Victor Fernandez: "Es imprescindible contar algo con cada uno de los tracks, sino, se convierte en aquella música sin alma que tanto nos rodea"
Para este número de septiembre, hemos querido traeros uno de los grandes talentos emergentes de nuestra escena. Hablamos del joven Victor Fernandez. A sus 26 años, y después de haber pasado por clubes como Florida 135, Fabrik, Family Club, Input y Moog en España y numerosos viajes al extranjero como Alemania, Italia y Portugal, Victor atraviesa por su mejor momento poniéndose en la mira de la escena internacional con sus exitosos lanzamientos en etiquetas como Suara u Off Recordings. Charlamos tendidamente con el de Barcelona sobre cómo ha vivido todo su crecimiento en los últimos años, sus futuros proyectos y su visión de la escena.
Durante la pandemia, te vimos en algún streaming, pero en comparación a otros artistas, se podría decir que mantuviste un perfil bajo. Sin embargo, tras estos últimos meses, es obvio que no estuviste de brazos cruzados. ¿A qué dedicaste el tiempo durante esos casi dos años?
El inicio de la pandemia, obviamente, nos pilló a todos por sorpresa. Parecía que iba a ser corto y al principio intentamos mantener un poco la actividad aunque fuera en streamings, daba la sensación de que era lo único que podíamos hacer. Poco tardé en darme cuenta de que eso no iba conmigo y, lo que es más importante, no sentía que fuera algo en lo que tenía que invertir mi tiempo. Estuve casi dos años inactivo en redes sociales y pasé la mayor parte del tiempo encerrado en el estudio, haciendo música, formándome, estudiando… Para mí, al margen de todo lo malo que tuvo esa época, podría decir que fue una oportunidad para un gran cambio, no solo a nivel artístico sino también personal.
Se nota que has estado trabajando duro, porque tras el parón te hemos visto volver muy fuerte, con actuaciones destacadas en los clubs más importantes de España, pero sobre todo con el lanzamiento de tus primeras producciones al mercado. ¿Cómo has vivido todo el proceso?
La verdad, tenía un poco de miedo a cómo iban a volver a ser las cosas y más teniendo en cuenta que desaparecí de las redes durante tanto tiempo. Hubo muchos artistas que “pegaron el pelotazo” durante la pandemia a base de crear mucho contenido, y yo hice exactamente lo contrario (risas). Pero, a pesar de todo, la vuelta fue increíble, llevando a cabo numerosos sets en Florida 135, mi querido Moog, Fabrik, INPUT, Family Club entre muchos otros y algún que otro viaje fuera de España.
Lo mejor que me ha traído la vuelta, aparte de volver a ver a muchos compañeros de la industria y volver a conectar con el calor del público en un club, ha sido poder hacerlo pinchando mucha de mi música. Eso lo ha hecho mucho más especial.
Pero no todo ha sido tan fácil… La pandemia también me dejó claro que antes no estaba viviendo la música como debería… Ansiedad, pánico escénico y muchas cosas sin resolver me hacían vivirla de una manera poco sana, tanto física como mentalemente. Así que una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida sucedió en ese periodo: ponerme en manos de profesionales. Este es un tema que ha sido tabú durante muchísimos años y que ahora se empieza a normalizar y se empieza ya a hablar de ello: la salud mental. No nos avergoncemos, ¡coño! A día de hoy llevo año y medio en terapia con Rosana Corbacho (M.I. Therapy) con quien he realizado un camino difícil, pero que, de no haberlo hecho, estoy seguro de que hoy no estaría pudiendo disfrutar de mis bolos, de mis sesiones de estudio y de la vida en general como lo estoy haciendo. Creo que este tema daría para una entrevista completa, pero tampoco siento que sea el momento de explayarme mucho en ello. De momento, me conformo con tener la posibilidad de animar a todas y cada una de las personas, no solamente artistas, que estén leyendo esto y sientan que necesitan ayuda, que la pidan, porque lo agradecerán toda la vida.
Hablas de que has podido pinchar tu música por primera vez en tus sesiones, y es que en estos meses te hemos visto publicar tu primer lanzamiento en un sello como Suara, reconocido a nivel mundial, no debe ser algo fácil. ¿Cómo sucedió? ¿Qué nos puedes contar sobre ello?
La verdad, nada fue planeado, me pilló todo por sorpresa. Todo empezó cuando mi amigo Daniel Rifaterra vino a mi estudio (después de estar produciendo juntos a través de Zoom durante toda la cuarentena) y le enseñé todos mis proyectos producidos en los últimos meses. Uno de ellos era “The Beginning Of The End”, tema que posteriormente firmaría en Suara. Por aquel entonces, el track estaba inacabado, se quedó en el olvido hasta aquel día en que Dani me dijo: “tío, debes acabar este track”. Me puse manos a la obra y en cuanto lo tuve creí que podría ser algo que encajara en Suara.
Así pues, se lo envié a Coyu y en muy poco tiempo obtuve respuesta: “El tema mola, está guapo, pero no entra dentro de lo que pincho o la línea actual del sello”. Acto seguido, me propuso algunos cambios con los que sí que encajaría… En aquel momento, sinceramente, creí que lo que pretendía era darme largas (risas) y le dije que si algún día tuviera algo que encajara en su línea se lo enviaría. Pero el siguiente lunes, en cuanto entré en el estudio para ponerme a hacer otras cosas, algo en mi cabeza me decía que tenía que probar a hacer aquellos cambios, así que me puse a ello y en un par de días le mandé una segunda versión. Le gustó, al final, di en el clavo y tras unas cuantas semanas de múltiples ajustes en aspectos como distorsiones, mezcla, etc. finalmente lo firmé. El track fue incluido en el VVAA del sello, Metalroots.2 y para más sorpresa, recibió el apoyo de grandes artistas como Pan Pot o Sama Abdulhadi entre muchos otros y llegando a sonar en Awakenings, Coachella, Primavera Sound... La verdad, todavía me cuesta asimilarlo. La moraleja de todo esto es que, al final, uno debe confiar más en uno mismo y nunca quedarse con las ganas de probar. Si no hubiera hecho esos cambios, no lo hubiera firmado, no hubiera sacado posteriormente mi primer EP en OFF Recordings y no hubieran pasado muchas cosas que salieron a raíz de lanzar “The Beginning Of The End” en Suara.
Hablemos un poco de ese primer EP en el sello berlinés OFF Recordings, Wind & Dust, y tambièn de tu último lanzamiento en un VVAA de Odd Recordings. ¿Qué nos puedes contar sobre ello?
Lanzar mi primer EP ha sido un gran paso, Wind & Dust, sin duda, ha significado mucho para mí. Eso fue posible gracias a que me contactó el AR de OFF Recordings para pedirme música después de escuchar “The Beginning Of The End”. En poco más de dos semanas le pasé un pack de demos y el mismo día cerramos el EP. Lo más gracioso de todo, es que yo ya tenía en mi punto de mira ese sello, era uno de los que, después de mucho tiempo trabajando y haciendo música, tenía apuntado en mi lista para enviarles mis proyectos. Llevo siguiéndoles casi desde que empecé en esto.
El EP obtuvo un feedback increíble siendo apoyado por, entre muchos otros, Laurent Garnier y Richie Hawtin y colocándose en lo más alto (#2) de las listas de ventas en Beatport.
En cuanto a mi lanzamiento en Odd, justo acaba de ser publicado ahora mismo y ya está teniendo muy buen feedback. ¡Crucemos los dedos para que vaya igual de bien que todos los anteriores!. Es curioso, pero Drown, que como os comentaba, es el último que he publicado, fue el primero de todos en ser firmado, lo que me dio una gran dosis de motivación para seguir haciendo las cosas tal y como las estaba haciendo. Recuerdo que de camino a mi primer bolo, después del largo parón que sufrimos todos, le comenté a mi amigo York Aner que, si pinchaba mis temas y los disfrutaba, los enviaría para publicar. Y así fue, en el tren de vuelta de Family Club se lo envié a Ramiro Lopez y Arjun Vegale y a los pocos días lo firmé. Desde aquí les doy las gracias, tanto a ellos como a Antonio (Label Manager), por el trabajo y la confianza depositada en mí y en mi música.
Los que no te conozcan, quizás flipen con ver como alguien aparentemente nuevo en la escena empiece a publicar en sellos de tanto renombre. ¿Cuánto tiempo llevas aprendiendo y trabajando en producción?
Realmente hay mucho tiempo invertido y mucho trabajo para llegar al punto en el que me encuentro ahora. Empecé a interesarme por la producción hará unos 6 o 7 años, pero nunca llegué a conectar con ello hasta el inicio de la pandemia que fue cuando, al perder la posibilidad de expresarme y canalizar mis emociones a través de los dj sets, empecé a sentir la necesidad de hacerlo en el estudio. Todo ha sido un proceso muy bonito y natural, donde aparte de hacer música, he estado formándome, realizando cursos: producción, mezcla... Como os comentaba, los dos años de parón han cambiado muchas cosas en mí, y esa es una de las más importantes: hacer de mi estudio mi rincón favorito en el mundo, donde poder sacar todo lo que llevo dentro.
También creo que es importante ser poco conformista y tener en cuenta que, aunque empieces a hacer cosas de las que estás orgulloso, siempre hay un camino infinito de aprendizaje y mejora. Así pues, una vez firmado mi tema en Odd y “The Beginning Of The End” en Suara, tuve la suerte de coincidir en un bolo en Tarragona con Khat, artista al que admiro y un genio de la producción y de la mezcla. Hicimos muy buenas migas y me interesé por hacer clases “one to one” con él. A día de hoy, 5 meses después, aparte de formarme en muchos aspectos, no solo de teoría musical, producción, etc. sino también historia de la música electrónica; sintetizadores, cajas de ritmo… Se ha convertido en un gran amigo y en mi ingeniero de mezclas. No puedo estar más contento y orgulloso de ello. Sin duda, mi música, sin él no sería la misma.
Toda esta etapa de estudio y formación ha debido influir también en tu forma de entender la música. Aunque antes de la pandemia ya tenías un estilo propio a los platos, se podría decir que jugueteabas más con distintos estilos dentro del techno. Sin embargo, recientemente te hemos visto centrarte en la vertiente musical más ‘underground’, más cruda, espontánea y cimentada siempre sobre un buen groove. De hecho, tanto tus producciones como tus dj sets parecen haber tomado una dirección muy clara. ¿Ha sido un cambio buscado o se ha dado de forma natural? ¿Por qué crees que has tomado esta nueva dirección?
La verdad, nada ha sido buscado, todo ha fluido de forma natural. En el momento que pones tanto el foco en la producción y en buscar tu propio sonido, poco a poco tus gustos se van haciendo más fuertes y sólidos, así pues, también te vuelves más exigente y cuidadoso, de forma instintiva, con tu selección musical.
Hablemos un poco de la escena musical ¿Qué artistas y sellos te inspiran actualmente? ¿Hacia dónde crees que va el techno?
Realmente, me siento muy inspirado por los artistas que me rodean, ¡mis amigos! Dave Sinner, Khat, York Aner, Daniel Rifaterra y Victor Del Moral (Que justo ha estrenado su nuevo proyecto DASH3D). Estoy muy orgulloso de tener un grupo de amigos con los que a diario compartimos toda nuestra música y nos empujamos mutuamente a seguir creciendo. Eso es de lo más bonito que te puede pasar trabajando en esto.
Otro gran artista al que respeto muchísimo y ha sido una gran fuente de inspiración para mí, sobre todo en los últimos tiempos, ha sido Gaetano Parisio. Desde que empecé a pinchar, coincidí con él dos veces en cabina, pero no fue hasta hace poco más de un año que lo conocí personalmente y, además, de una forma muy peculiar: Recuerdo que desde el inicio de la pandemia empecé a comprarme todos los vinilos de Conform que estaba publicando con edits de su “back catalogue”. Un día, cuando fui a la tienda de vinilos para comprarme el último disco, y vi que no lo tenían en tienda, le escribí por instagram para saber dónde lo podía conseguir. Gaetano me invitó a su casa para regalármelo, y desde aquel día surgió una bonita amistad basada en largas charlas hablando de música y de la vida en general. Esto ha ocurrido en el momento idóneo y me ha inspirado enormemente para saber cuál es mi camino y cómo quiero hacer las cosas. Como diría Gaetano: Keep It Real!
Tras esta primera serie de lanzamientos, con el potente estreno en Suara, seguido de un magnífico EP en OFF Recordings y de otro lanzamiento en Odd, ¿qué podemos esperar a continuación?
A día de hoy tengo el foco puesto al 100% en la producción. En octubre lanzaré mi primer remix que saldrá publicado en Made Of Concrete, un gran sello berlinés, y en el que he remezclado a Kelvin Belton, un productor de Stuttgart del que me encantan sus trabajos.
Paralelamente, estoy trabajando en mi primer álbum. Ahora mismo, se encuentra en fase de mezcla, donde mi ingeniero de mezcla y buen amigo Khat, está haciendo maravillas… Espero poder contaros más muy pronto.
Tu crecimiento en el estudio es evidente, viendo como un gran número de artistas internacionales han apoyado tu trabajo sin dudarlo desde el primer momento. ¿Cómo es tu proceso a la hora de sentarte a crear música? ¿Es espontáneo y te dejas llevar, o hay algún tipo de intencionalidad cuando arrancas un nuevo proyecto?
En primer lugar, gracias por valorar mi trabajo. Significa mucho para mí.
A la hora de ponerme a crear, no tengo ningún método concreto, pero sí que el más recurrente es encender todas las máquinas del estudio, poner el Ableton a grabar todas las pistas y empezar a experimentar. Intento dejarme llevar mucho por el mood que tenga ese día y/o poder expresar las vivencias de mi vida cotidiana. Pero no siempre es igual: otras veces me siento con una idea clara sobre lo que quiero hacer. Las dos maneras me gustan. Lo más importante es pasarlo bien en el estudio y dejar que las ideas fluyan sin intoxicarse por factores externos, dejar de lado el pensar si lo que estás haciendo es bueno o no y si va a gustar a la gente. ¡Haz la música que a ti te guste y lo demás viene solo!
10. Para algunas personas, el techno es, sobre todo, música de baile. ¿Crees en su poder de ir más allá y contar historias? ¿Para ti es una conexión puramente física, o hay algo más?
Creo que lo más importante del techno es que te haga bailar, si no cumple con ese requisito, definitivamente, es un fracaso. Ahora bien, sí que creo que el techno da, quizás no tanto para contar una historia en sí, pero si para expresar emociones y sentimientos. En el momento en que hablamos de un género que cumple un objetivo funcional, como lo es bailar, hay muchas limitaciones a nivel de estructura. No obstante, para mí, es imprescindible contar algo con cada uno de los tracks, sino, se convierte en aquella música sin alma que tanto nos rodea en los tiempos que corren.
¿Dónde te ves musicalmente dentro de 5 años?
A día de hoy, para serte honesto, no sé muy bien dónde voy a llegar ni tengo una meta concreta, así que no sé que voy a estar haciendo en 5 años. Lo único que tengo claro es cómo quiero hacer las cosas, siendo fiel a mis principios y siguiendo mi propio camino al margen de factores externos. Nunca me hubiera imaginado llegar donde estoy ahora mismo, así que voy a seguir trabajando y haciendo lo que más me gusta. Después el tiempo dirá…
Vamos a hablar un poco del tema DJ, la que era tu faceta más conocida hasta hace poco. ¿En qué ha cambiado el Victor que con 18 años cerraba una noche en Moog con respecto al de hoy cuando se pone delante de unos platos?
Han cambiado muchísimas cosas. Al final, la música, para quien la vive como yo, es algo muy personal. Con los años cambiamos en todos los aspectos, así pues, cambia también tu forma de entender la música y la vida. Actualmente, me siento en un proceso de madurez artística y todo el crecimiento hasta el día de hoy lo veo reflejado en mis sesiones, tanto a la hora de confeccionar mi selección musical como en la manera de ejecutarla. Creo que la esencia de aquel crío de 18 años que estuvo toda la noche en Moog no ha cambiado. La pasión es la misma, solo que han pasado 8 años, y después de muchas vivencias y trabajo, surgen inquietudes y nuevos retos, así que podría decir que lo que ha cambiado es la experiencia y el conocimiento. A día de hoy trato de ir un poquito más allá con mis sesiones, no quedarme en mezclar unos cuantos temas.
Este crecimiento personal y musical se nota no solo en la evolución de tus sets, si no también en la repercusión de los mismos. Hace poco te vimos cerrar la emblemática ‘Catedral del Techno’ española (Florida 135, para los despistados) en un Back2Back con Andres Campo. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Cómo es compartir cabina con alguien con tanta trayectoria y reconocimiento en una ocasión así?
Llevo pinchando en Florida 135 ya 7 años. Andrés fue la persona que me dio mis primeras oportunidades en la Boite (sala 2). Siempre recibí una gran acogida por parte del público del club hasta que llegó el día, hace ahora ya unos 3 años, en que Andrés no podía asistir a una de las fechas y me llamó para cubrirle, esta vez ya, en la sala principal. Recuerdo que aquel día abrí para Vitalic, Reinier Zonneveld y Regal pinchando algo más de 3 horas. ¡¡Fue una auténtica locura!! Al día siguiente, el director artístico, Victor de la Serna, me llamó para reunirnos y me ofreció seguir pinchando en el club con mucha más continuidad. Después de recibir a grandes artistas en, como bien decís, La Catedral del Techno, el pasado mes de mayo Andrés y yo coincidimos por primera vez en su cabina y me invitó a cerrar el club con él mano a mano. Fue algo muy especial y emotivo. Ya no solo por cerrar uno de los clubes más históricos del mundo, sino por hacerlo acompañado de él. Llevo desde que empecé en la música viéndole cerrar Florida y, cuando me vi ahí, junto a él, no pude evitar sentirme fuera de lugar, pero fueron solo los primeros minutos… Lo demás ya es historia. El set fue muy divertido y tanto nosotros dos como el público nos lo pasamos genial.
Desde aquí quiero agradecer a Andrés, Joaquín Cabós, Victor De La Serna y a la familia Arnau por darme la oportunidad de formar parte de la historia del club.
¡¡Estaré encantado de recibiros en Florida 135 esta próxima temporada!!
Hablando de Florida135 y de Andrés Campo, dos referentes nacionales, no podemos evitar preguntarte por la escena de nuestro país. ¿Cuál es tu opinión al respecto? ¿Crees que hay artistas y proyectos interesantes?
Responder a esta pregunta me genera muchas dudas. Veo dos opciones: ser políticamente correcto y decir que tenemos una escena envidiable o decir las cosas tal como son y decir que nuestra escena deja mucho que desear en todos sus aspectos. Creo que atravesamos un momento donde hay mucha falta de originalidad entre los artistas, pero no solo en la escena nacional, y tiene muy fácil explicación: las apuestas artísticas de las grandes empresas se basan en requisitos muy lejanos de lo artístico; pinchar la música que está de moda, tener muchos likes en redes sociales o ser un producto con posibilidad de generar mucho dinero son las cosas más importantes que parecen valorar. Está claro que al final, la música no solo es pasión, también tiene que dar de comer; pero cuando eso se convierte en lo más importante, los artistas pasan a estar más pendientes de tener seguidores en redes sociales que de hacer buena música. Todo esto acaba generando una escena más parecida a la del EDM que a la del Undergound…
Recuerdo una frase que dijo un artista al que admiro muchísimo, Ed Is Dead, en la que decía que hoy en día existen dos cosas muy diferenciadas entre sí: Industria y Arte. Hubo un día en que aquellas estaban unidas, pero ahora es muy distinto. No puedes tener un discurso artístico en la industria y esperar triunfar sin más. Que las cosas sean así, es algo que entristece, pero sabiendo como funciona, solamente tienes dos opciones: Poner el foco en todo lo malo y ser un hater amargado o seguir haciendo lo tuyo y agarrarte a todos aquellos artistas que curran a diario para aportar valor a la escena. ¡Yo me quedo con la segunda!
Así que os digo, ¡sí! Hay proyectos muy interesantes, pero os aseguro que no abundan en grandes escenarios. Esperemos que el día de mañana sí que lo hagan, lo que querrá decir que las cosas están mejorando.
Si nos fijamos en la escena global, podemos ver que al igual que en el resto de mercados e industrias, el papel de las redes sociales se ha vuelto indispensable. ¿Crees que la música ha pasado a un plano secundario? ¿O qué las redes solo sirven para amplificar lo que uno haga, pero sin un trabajo detrás no sirven de nada?
Esto va un poco alineado a lo que contaba antes… Sí, el problema no está solo en la escena nacional, donde claramente se magnifican los aspectos negativos de la internacional. Con el paso de los años, sin lugar a dudas, las redes han cogido tal peso que la música parece pasar a un segundo o tercer plano, teniendo en cuenta enchufes, etc. El claro ejemplo está en que haciendo música, sin tener unas buenas redes sociales te comes un rosco y teniendo buenas redes y sin hacer música puedes estar haciendo bolos por todo el mundo. Dicho esto, la respuesta queda clara (risas).
Encantados de haber tenido esta interesante charla contigo. Muchas gracias por tu tiempo.
El placer ha sido mío. Muchas gracias por todo.