Busqueda Menú
Home Últimas noticias Menú
Features

Entrevistamos a Miss Kittin

"...Tienes que hacer tu propia experiencia, encontrar tu propio camino. Todos somos distintos. Yo estoy aquí si me necesitan."

  • Alessandra Sola
  • 23 December 2025
Entrevistamos a Miss Kittin

¿Qué significa, hoy, ser libres? Vaya pregunta. Difícil y, al mismo tiempo, difusa. Para nosotros, argonautas de la música electrónica, la libertad es dejarnos destrozar los tímpanos por un sistema de 50.000 vatios o encerrarnos en un estudio con unos auriculares (a veces ni siquiera tan buenos), y devorar discos sin parar.
Decir que la libertad nace de la introspección suena casi obvio. Buscar dentro de uno mismo, en la propia obra, en la propia pasión, aquello que nos hace sentir libres, es una forma hermosa de cuidarse.
Esto es, dicho en palabras bastante pobres, lo que me transmitió Kittin desde la primera vez que la escuché y, después de esta entrevista, puedo decir que de algún modo mi intuición se confirmó.
Su carrera comenzó con una fuerza desbordante, cargada de ironía y sarcasmo, usados siempre de la manera más potente posible, nunca desde la frivolidad. Hoy, su lucidez la convierte en una mujer y una artista que no se aferra al pasado: observa el presente, acoge el futuro, permanece abierta a todo lo que se mueve. Quizá por eso aún no tiene una respuesta definitiva a la pregunta de “Quién es Kittin hoy”.

Y tal vez ahí esté justamente el punto. Ser libres significa habitar el desequilibrio, no encerrarse nunca en una definición, en una era. Encontramos a Kittin exactamente ahí: en ese espacio vivo y cambiante donde no hace falta saber quién eres para serlo de verdad.

¿Quién es Kittin hoy, como artista y como mujer, y en qué punto sientes que estás dentro de tu camino musical?

Eso es justo lo que me pregunto a mí misma. Todavía no tengo todas las respuestas, y por eso no he lanzado música nueva. Aún estoy procesando la longevidad, todo lo que he vivido y logrado. Pasar de la espontaneidad y la ausencia total de expectativas de los primeros años a una forma de conciencia más elevada es un proceso intenso. ¿Cómo mantener la ingenuidad y, al mismo tiempo, aumentar el “propósito”? como dice Jeff Mills… Pensar menos y pensar mejor. Ahí es donde estoy. De lo que sí estoy segura es de esto: lo conseguí. Alcancé mi objetivo de libertad. Mi intuición sigue siendo fiable, trabajo cuando quiero, donde quiero, con quien quiero, con un ritmo que me sienta bien, con un equipo al que quiero profundamente, y la vida fuera del trabajo me da muchísima alegría y paz mental. Ese es, sin duda, mi mayor logro. Todo lo demás es un bonus.

Tu sonido siempre ha llevado un espíritu juguetón y provocador, y has defendido de forma constante una libertad total de expresión. En un momento en el que todo se filtra, se juzga y a menudo se polariza, ¿qué tan difícil es mantener viva esa libertad radical?

Está dentro de mí. ¿Por qué hago música? Si pienso en mi propia experiencia, es una especie de impulso existencial. Vida o muerte. No por el estilo de vida, no por el ego, no para que me quieran o admiren, no para dejar un rastro. Simplemente necesitaba expresar todo lo que no podía en la vida diaria. Nunca me pregunté si era “respetable”, pero al final terminaría hablando con alguien más. Y así fue. Ese es el poder de la intención, y es crucial.

Cada época tiene sus propios problemas sociales. Esta no es diferente. Al contrario, ahora hablamos más: de abusos, de salud mental, de inclusión,… Muchos artistas son radicales, pero normalmente no son los que tienen un éxito masivo. No encaja con una economía basada en números y beneficios, sin emociones. Si tu sueño es ser rico y famoso, puedes seguir un método de marketing. Sino, es tu responsabilidad escribir tu propio camino, y prepararte para un recorrido más áspero pero infinitamente más gratificante —sobre todo para la autoestima. Tienes que saber lo que quieres y tener cuidado con los espejismos, con la experiencia aprendes qué es lo correcto para ti. Es completamente normal equivocarse a veces, incluso con el riesgo de no poder volver atrás.

En tu web mencionas que, en los años 90 y principios de los 2000, el DJing era, sobre todo, un juego de hombres. Si miramos a las DJs mujeres de hoy, ¿crees que algo ha cambiado de verdad, o solo ha cambiado la narrativa?

Por supuesto que ha cambiado. Ahora las DJs mujeres ya no somos criaturas exóticas. Siendo más del 50% de la población, es lo justo. Lo mismo ocurre con cualquier actividad tecnológica. Siempre me entusiasma conocer y pinchar con mujeres talentosas; podemos tener conversaciones entre nosotras que pondrían en apuros a muchos hombres.
La sexualización de las mujeres aún tiene que mejorar, por ambas partes. Todavía tenemos que desmontar esa orden tan persistente que dice que una mujer debe ser atractiva, que su físico es lo que más importa. No solo en la música, en todas partes. Es muy frustrante ver que seguimos siendo culpadas exactamente por aquello que se espera y se ha condicionado que seamos. No hay ni una sola entrevista en la que no me pregunten por el tema de mi género. ¿Qué me dices de eso?

Bueno, eso lo dice todo. Entonces, ¿hoy te identificas con la idea actual de “female empowerment” en la música electrónica, o sigue sintiéndose atrapada en clichés?

Para mí, el empoderamiento es un tema terapéutico y privado. Llegar al punto de sentir que valgo, que soy “querible”, que soy suficiente, es un trabajo de toda la vida. No tiene nada que ver con la escena, sino con mi pasado. La música me ayudó a sobrevivir y a encontrarme. Probablemente por eso tantas mujeres me han dicho que se sintieron inspiradas por mi trabajo.

¿Tu decisión de eliminar el “Miss” de tu nombre estuvo influenciada por tu trabajo dentro de la escena para poner a las DJs mujeres al mismo nivel que los hombres? ¿O fue simplemente un cambio natural ligado a tu evolución artística?

Fue un cambio natural, una vez que recordé que no fui yo quien eligió añadir “Miss” delante de mi nombre. Fueron los promotores de aquella época, para vender entradas, porque sonaba “cute”, y así nos marginalizaban sin siquiera darse cuenta. Pero la gente no olvida fácilmente: está grabado como un marcador emocional de su experiencia con mi música. No les gustó. Recibí muchos mensajes al respecto. No puedo cambiarlo en las plataformas de streaming por cuestiones de registro de catálogo, ni en redes sociales. Ya no me preocupa.

Hablando de la escena contemporánea, ¿qué es lo que todavía te sorprende y qué es lo que te aburre?

Me sorprende la creatividad de los productores jóvenes, cómo consiguen integrar y digerir influencias antiguas para convertirlas en algo nuevo, con las posibilidades tecnológicas infinitas de hoy y sin límites. Al final, es lo mismo que hicimos nosotros en nuestra época. Así que no tiene sentido quejarse. Los lamentos de “antes era mejor” me aburren muchísimo. Todas las críticas sobre el éxito rápido, los mega-shows, las redes sociales… Todo eso me aburre. Es lo que hay, fruto de una cultura que ha crecido de forma enorme, y hay espacio para todos. No tienes por qué amarlo. Si no abrazas el cambio, vivirás frustrado.
Nunca tuvimos tantas oportunidades como ahora: clubes, fiestas,… Es una suerte. Todos tenemos sueños distintos, y muchos caminos para llegar a ellos.


Y siguiendo con esa idea de cambio constante y nuevas generaciones… Tu música siempre parece impulsada por nuevos estímulos. ¿Qué es lo que te enciende más ahora mismo?

Lo dije antes. Me estimulan muchísimo los productores jóvenes y los promotores. En cada bolo conozco comunidades increíbles, con valores sólidos y un compromiso real.
Al hacerme mayor, le dije a mi agente que quería darle aún más sentido a lo que hago: tocar menos y hacerlo en eventos que realmente importan. Quiero salir de casa sabiendo por qué sigo metida en esta vida nocturna tan loca y este ritmo de viajes. No se trata solo de poner música y pasarlo bien; eso no dura. Se trata de tu contribución a una comunidad. Es un trabajo social.

Y en medio de todo ese ritmo y esas comunidades, ¿tienes algún ritual, algo que sigas haciendo antes o después de un set?

No realmente. Solo me gusta estar en silencio antes de tocar. Como un atleta: no entras en un modo creativo de DJ así porque sí.
La mente empieza a imaginar la vibra que vas a aportar: el público, el tamaño de la sala, el DJ que toca antes, el país, la situación sociopolítica…
No necesito estar en la sala para eso, curiosamente, igual que no necesito mirar al público. Es algo más sutil.

La libertad de expresión ha estado en el centro de tu arte desde los primeros días. Pero ser libre dentro de una industria que a menudo quiere empaquetar al artista como un producto puede ser complicado. ¿Hay compromisos que consideras aceptables, o ninguno?

Siempre tenemos que hacer compromisos. A veces, mi equipo me convence de cambiar de opinión en un proyecto, cuando no veo lo suficientemente lejos o cuando soy demasiado impulsiva. Escucho, aprendo. Pero, en general, mis decisiones nacen de la intuición: ¿cómo me hace sentir esto o aquello? Normalmente funciona. Mantienes tu intuición afinada cuidando tu salud física y mental.

No hago compromisos con mi arte, a menos que esté colaborando; en ese caso, debes encontrar un acuerdo común con la otra parte.
En lo empresarial, sí tienes que hacerlo: eres un producto, estás vendiendo algo. Ser independiente con un presupuesto pequeño me parece algo positivo; te obliga a ser creativa otra vez. Vender tu arte sin vender tu alma. Tener cero restricciones tampoco garantiza buen gusto.

¿Qué es lo que más te inspira últimamente buscando temas? ¿Sigues fiel al enfoque old-school, o te entusiasma descubrir nuevos productores también?

No lo sé. Escucho muchísima música y sé en cuestión de segundos si puedo pincharla, y cómo. Busco en lugares oscuros para encontrar “secret weapons”. No lo hago de forma regular, solo cuando lo siento. Cuando el momento es el adecuado, la pesca funciona.

La mayoría de lo que pongo ahora es nuevo y, normalmente, de productores que no son famosos. Hay sellos y crews increíbles, especialmente en Francia.

Y después de tantos años construyendo tu propio camino, ¿sientes el deseo de transmitir algo de lo que has creado a las nuevas generaciones? Si es así, ¿cómo lo haces? Y si no, ¿por qué?

Sí, claramente. Pero lo entiendo como un intercambio, nos inspiramos mutuamente: su visión, su sonido, su entusiasmo,… y yo aporto exposición pinchando su música, a través de nuestras conversaciones o de mi mundo y mi técnica vocal cuando colaboramos.
También he participado últimamente en algunos paneles hablando de mi carrera. Pero no estoy aquí para dar consejos, ni para juzgar. Como digo siempre, tienes que hacer tu propia experiencia, encontrar tu propio camino. Todos somos distintos. Yo estoy aquí si me necesitan.

Cargando siguiente articulo
Cargando...
Cargando...