Entrevistamos a Jesse You, desde el corazón underground de Seoul
Conoce a uno de los artistas mas interesantes de la escena del sur de Korea

Desde las calles electrizantes de Itaewon hasta los grooves más selectos de las cabinas internacionales, Jesse You está emergiendo como una de las figuras clave del underground asiático. DJ, selector e impulsor de escena con la dirección del club HERTZ, Jesse ha sabido construir una narrativa musical donde la musica de baile que va desde el house más emotivo hasta el techno y electro más salvaje, conviven con naturalidad.
En esta charla desgranamos su recorrido, su visión de Seúl como un “nuevo” epicentro sonoro underground y lo que significa sostener el alma de una escena en constante movimiento.
Dale al play, que esto suena bien.
Hola Jesse, es un placer hablar contigo. Tu nombre empieza a resonar más allá de Corea, y queremos conocer a fondo tu historia, tu sonido y la esencia de la escena de Seúl. ¿Cómo comenzaste en la música? ¿Recuerdas el momento o el disco que te hizo decir: “quiero ser DJ”?
Mi primer amor musical fue el hip hop. Era 1999, yo iba al instituto y empecé a frecuentar un club llamado Master Plan. En esa época arrancaba la primera ola de hip hop en Corea, así que compraba muchos CDs locales e importados. Luego me fui metiendo en el R&B, el soul, el disco, el house, y finalmente el techno. Todo fluyó naturalmente, porque al final está todo conectado.
Empecé como DJ relativamente tarde, casi a mis 30 años. En ese entonces me obsesionaba el sonido tipo Paradise Garage, así que no hay un disco puntual que me hiciera querer ser DJ, pero sin duda tengo que mencionar a Larry Levan y Arthur Russell. Me enseñaron la belleza de la versatilidad y lo ecléctico. También escuchaba una mezcla disco/boogie llamada Freak Unique del legendario DJ coreano DJ Soulscape una y otra vez para aprender. En ese mix estaba el tema Clean on Your Bean de Dinosaur L, y pensé: “¿qué es esta maravilla?”.

¿Cómo era la escena en Seúl cuando comenzaste y cómo la ves ahora?
Era principios de los 2010, y comenzaban a abrir algunos clubes de música electrónica underground en Itaewon, como Cakeshop, Mystik o Venue. Antes, casi todo estaba en Hongdae (zona indie) o Gangnam (más comercial). Esos clubes nuevos eran íntimos, frescos. Con ellos surgieron nuevos DJs y muchos movimientos locales.
Hoy Itaewon tiene clubes por doquier, y la escena ha crecido muchísimo. Me hace muy feliz ver tanto talento local y artistas internacionales viniendo a tocar. Aunque a veces extraño esa intimidad, cuando todos nos conocíamos, sin postureos, sin filtros… solo pura conexión.
¿Qué hace única a la cultura de clubes de Seúl en comparación con otras ciudades?
La energía del público coreano es brutal. Es algo que me repiten todos los DJs de fuera. Y además, salir de fiesta aquí es seguro. Seúl es la ciudad que nunca duerme, y eso encaja con la cultura clubbing. Un finde en Itaewon puede ser una experiencia 24/7: club, comida, café a las 2am, otro club… todo a cinco minutos. También tenemos DJs muy talentosos, cada fin de semana me siguen sorprendiendo.

¿Cómo describirías a tu público? ¿Notas diferencias al tocar fuera de Corea?
En Seúl, si haces bien tu trabajo, el público lo nota. Si la cagas, también. Hay muchas opciones cada noche, así que tienes que estar preparado para recibir feedback inmediato. Fuera de Corea siento que puedo construir más el set, cocinarlo a fuego lento. Aquí es como caminar por la cuerda floja: desafiante, pero divertido.
¿Cuáles dirías que son los mayores desafíos para los artistas y clubes en Seúl?
Las ventajas pueden ser también desventajas. Hay tanto artista bueno viniendo a tocar que cuesta llenar un club solo con lineups locales. Además, hay tantos clubes que la gente hace club hopping, y eso a veces mata la vibra de una noche.
¿Y lo mejor de formar parte de esta escena?
A pesar de las políticas y el gatekeeping que existe en todas partes, Seúl es bastante abierta al talento nuevo. Si eres bueno, vas a tener oportunidades. Aunque el número de DJs y venues crece, el núcleo sigue siendo pequeño: te cruzas con la misma gente cada finde. Eso es lo que me hace esperar con ganas cada fin de semana.
Si pudieras cambiar una sola cosa de la escena local, ¿qué sería?
Ojalá hubiera más sellos y productores surgiendo. También más medios que documenten lo que está pasando. Tenemos noches increíbles cada finde, pero muchas veces todo queda en el boca a boca. Sería genial dejar registros, ya sea con vinilos, publicaciones… para conectar generaciones y hacer que el talento coreano trascienda fronteras.
¿Quiénes son tus artistas favoritos o influencias, de Corea y del resto del mundo? ¿Qué te inspira dentro o fuera de la música?
La pregunta más difícil, ¡siempre! Prefiero hablarte de las sesiones que más me marcaron este año: DJ Masda en Air House (primavera), y Rhadoo en Teller. Masda manejó la energía de una forma brutal. Rhadoo me metió en un trance, hacía tiempo que no me pasaba eso. En Corea, menciono a mi socio en el sello Walls and Pals, el gran Mogwaa. Lo respeto mucho. Es un pionero de la música electrónica underground coreana. Mira su Discogs y lo entenderás.
Sobre clubes, Ring y Teller tienen residentes increíbles. Y Hertz, que acaba de abrir, promete mucho. Mis influencias vienen de distintos lugares, épocas, personas… Me siento en una zona gris que nunca se detiene.
¿En qué proyectos estás trabajando? ¿Qué se viene este año? Además, trabajas en un club, ¿cómo es esa experiencia?
Hay varios EPs en camino. Uno ya se anunció: La Pavonia en Runas Distribution. También tengo tres EPs completos listos, uno que iba a ser mi debut, otro con un sello que siempre admiré, y uno súper housero. También viene un split EP y un 10’’ con amigos en 2025.
Este verano tengo gira por el Sudeste Asiático: Jakarta, Bali, Danang y Singapur. Y estoy organizando un tour por Europa o Sudamérica para la segunda mitad del año.
En abril empecé como director en el club Hertz. Ya había organizado fiestas antes, pero esto es otro nivel. Como DJ, lidias con la música y el público; como director, con toda la noche y muchas personas. Es retador, pero muy enriquecedor.

Sobre producción, ¿cómo definirías tu sonido? ¿Qué estilos te atraen más últimamente? ¿Cuál es tu proceso creativo?
Desde el tech house de finales de los 90 hasta los 2000s, pasando por el minimal, el progressive, el electro, el house… todo se mezcla en mi sonido. Nunca pude hacer un EP conceptual porque cada noche hago algo distinto. Pero al final todo suena a mí, así que ya no me preocupa.
Quiero que mis tracks sean un puente entre lo nuevo y lo viejo. No me interesa sonar demasiado limpio o moderno, porque tampoco pincho ese tipo de música. Empiezo con unos samples de batería, hago el bajo desde cero, y luego jam con mis sintes, apilando capas. Luego viene la pesadilla: mezclar. Los primeros 50% son diversión, el resto… tormento (risas).
Como DJ, ¿cómo te defines?
Soy un DJ que siempre está en movimiento, me aburro rápido, pero no olvido mis raíces. Me atrae lo que tiene “olor”, difícil de explicar… algo imperfecto, sin pulir. Admiro a los DJs con un background más allá de lo electrónico: jazz, hip hop, disco, post punk. Esa mezcla enriquece, hace que suenen únicos.
¿Qué aspecto del “underground” en Seúl debería conocer el mundo? ¿Cómo crees que tu ciudad y su gente han influido en tu música y tu mirada como artista?
Aunque digo que hace falta documentar más la escena, hay algo muy real: el underground en Seúl vive del boca a boca. Muchos DJs tienen pocos seguidores en redes, pero están en los mejores bolos, súper respetados. Las redes sociales son enormes en Corea, pero el clubbing tiene su propio microcosmos.
Si venís a Corea, vas a ver que es muy diferente a lo que se percibe desde fuera. Me siento agradecido por seguir en la cabina en una ciudad tan rápida. Muchas cosas cambiaron, pero sigue habiendo gente que mantiene esto auténtico. Vi pasar mucha moda y muchos colapsos. El clubbing es otra cultura, otro negocio, otra mentalidad. Eso me hace humilde, y estoy orgulloso de lo que hemos construido.
Gracias, Jesse, por tu tiempo y honestidad. Si quieres dejar un mensaje para quienes siguen la electrónica coreana o para tus fans internacionales, este es el momento.
Gracias por escuchar mi música desde el otro lado del mundo. Ojalá nos veamos pronto en persona. ¡Vamos!
