Entrevistamos a DC SALAS
“El hilo conductor es la energía, la tensión emocional y una cierta melancolía rítmica que siempre está presente”

Productor, DJ, live performer, fundador de Higher Hope Records y residente del club más emblemático de Bélgica: DC Salas es uno de esos artistas que entienden la pista como un terreno sagrado para la emoción y el ritmo. Mitad peruano, mitad belga, su historia personal es un viaje constante entre raíces, géneros, emociones y sintetizadores.
Desde su estudio en Bruselas, donde combina hardware vintage con un enfoque orgánico y casi físico de la producción, hasta sus giras por Europa ySudamérica, DC Salas nunca deja de buscar el equilibrio entre la euforia de club y la nostalgia cósmica. Hablamos con él sobre su evolución, su sonido inconfundible, su amor por la comida, y por qué sigue creyendo en la calidad sobre la cantidad.
¿Cómo comenzó tu camino en la música?
¡Nací dentro de la música! Mi padre es un gran melómano (y un guitarrista increíble), así que la música ha sido parte de mi vida desde siempre. Pero mi historia como DJ/productor empezó cuando tenía unos 11 o 12 años. Me enamoré de ‘Homework’ de Daft Punk y descubrí ese software mágico llamado eJay. Desde entonces, no he parado de experimentar con beats, loops y samples.
Vives en Bruselas, ¿cómo describirías la escena de tu ciudad actualmente?
Bruselas tiene una escena increíblemente rica y diversa para el tamaño que tiene. La música electrónica y la vida nocturna forman parte de nuestro ADN desde los años 80. Es algo profundamente cultural.
Hay DJs y productores que representan muchos estilos distintos: desde Innershades, Altinbas o Karla Böhm hasta SVS, Dana Kuehr, Kuba 97 o Nikita. Desde techno hipnótico hasta hard techno, house o trance… hay espacio para todos. Un festival como Listen Festival refleja muy bien esa diversidad y el legado musical de la ciudad.
Tienes una residencia en el mítico club Fuse. ¿Qué significa para ti formar parte de ese lugar?
Siempre soñé con tener una residencia sólida en Bruselas, algo duradero. Tenerla en Fuse, uno de los clubes más icónicos de Europa, es un honor total. Para mí, Fuse es un laboratorio: un lugar donde puedo arriesgar, probar cosas nuevas, experimentar con el sonido y seguir aprendiendo como DJ. Pero también es una familia. Hay una energía humana muy fuerte detrás de ese booth, y eso es algo que valoro muchísimo.

Hablemos de producción: ¿cómo es el set up de tu live show?
Mi nuevo live show es un proyecto en solitario que refleja mi visión de la música de club. Uso un controlador MIDI custom, un par de sintetizadores (como el Hydrasynth), mi vocoder, y Ableton para controlar todo. La idea es condensar 15 años de producción en una hora intensa, emocional y llena de energía.
¿Cómo está compuesto tu estudio y cuál es tu flujo de trabajo habitual?
En mi estudio tengo varios sintetizadores hardware: Roland SH-09, Prophet 6, Erica Synths Bassline 01, Hydrasynth… Pero también trabajo bastante con plugins. Normalmente arranco con una base rítmica en el ordenador, luego hago jams con los sintes, grabo ideas, corto, rearmo… Me gusta capturar la emoción del momento. Si una idea no me convence en dos o tres horas, paso a otra. Necesito que el proceso sea orgánico, directo, casi físico.
Como productor, tu sonido oscila entre techno, electro y trance. Pero si tuvieras que definir tu sonido, ¿cómo lo describirías?
Ufff… ¡difícil! (Risas). Mi sonido está atravesado por influencias muy distintas: acid, new beat, trance noventero, electro, house… Creo que el hilo conductor es la energía, la tensión emocional y una cierta melancolía rítmica que siempre está presente. Me gusta hacer bailar, sí, pero también tocar algo más profundo.
Últimamente has lanzado varios EPs muy sólidos en sellos como Acid Breath, y tu álbum To The Places I Called Home. ¿Qué podemos esperar para el resto del año?
¡Hay bastante en camino! Tengo un EP listo para Time Passages, el sello del boss Binh. Un track en la compilación Cocoon V, y otro en un VA del sello belga 9300, junto a artistas como Betonkust e Innershades. También terminé remixes para Jesse You (en Runas, Barcelona), para Timothy J. Fairplay (en EYA Records) y para Samo Records. Y tengo dos EPs que estoy terminando, aunque el calor en el estudio no ayuda mucho últimamente (risas).
¿Qué nos puedes contar sobre tu sello Higher Hope Records y su visión?
Lo lancé durante la pandemia con ganas de tener un espacio muy personal para publicar música que realmente me emocione. El concepto es simple: vinilo, arte cuidado (a cargo de la increíble Marie Maïté) y un ritmo de publicación tranquilo, sin presión — no más de 2 o 3 lanzamientos por año. Busco calidad, no cantidad. Y una dirección artística clara y coherente.
Volviste hace poco de una gira extensa por Sudamérica. ¿Cuáles fueron los highlights del viaje?
Sudamérica forma parte de mí. Mi padre es peruano, y ya había viajado muchas veces, pero esta gira LATAM 25 fue muy especial: 7 fechas en 5 países, y cada una tuvo algo único.
Algunos highlights: tocar mi track ‘Peru’ en Perú, 15 años después de producirlo, compartir cabina con DJ Koolt en Montevideo (¡qué fiesta inolvidable, gracias Formato!), descubrir la escena uruguaya y sentirme súper bienvenido por disquerías, colectivos y artistas locales. Y claro… ¡la comida! Desde ceviches hasta asados caseros (¡grande Santi!). Cada vez que vuelvo, conecto más con esa parte de mí.
¿Qué artistas te inspiran últimamente? Y, ¿qué disco no puede faltar nunca en tu bolso?
Últimamente me inspira bastante Mayo, la vengo siguiendo hace tiempo y su próximo release es una bomba. También Shkedul, un genio absoluto. Siempre tengo al menos un track suyo en mis sets. Y por supuesto, Luca Lozano, le invité a tocar en Bruselas hace más de 12 años. Me encanta cómo construyó su universo sonoro, su estética y el trabajo de su sello Klasse Wrecks (shoutout también a Mr. Ho).
¡Gracias por charlar con nosotros y esperamos verte pronto por España!
Gracias a vosotros.
