Una 'rave' no autorizada reúne a miles de jóvenes junto al aeropuerto de Ciudad Real
El macroevento se podría prolongar hasta el Día de Reyes
Durante el pasado 31 de diciembre, Ciudad Real comenzó a recibir a los primeros jóvenes para levantar en la provincia castellanomanchega lo que ya se ha convertido en tradición. La primera rave del año. El evento, que se organizó de manera clandestina a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería. La ubicación elegida este año ha sido una parcela del polígono industrial cercano al aeropuerto de Ciudad Real.
Un evento masivo y descontrolado
Desde la tarde del 31, vehículos y asistentes comenzaron a llegar al lugar, generando preocupación entre los vecinos de localidades cercanas. Según informes preliminares, el evento atrajo a personas de diversas partes de España y Europa, lo que dificultó la intervención inmediata por parte de las autoridades locales.
La rave, que ocupa una gran extensión de terreno, no ha contado con autorización municipal ni medidas de control. A pesar de ello, presenta una infraestructura similar a la de un festival convencional, con más de diez escenarios, puestos de comida, tiendas de campaña y autocaravanas. Según fuentes del Ayuntamiento de Ciudad Real, los terrenos ocupados están cerca del aeropuerto, pero nadie ha solicitado permisos para el evento.
Los primeros asistentes comenzaron a llegar alrededor de las 21:30 horas del día 31. Entre los vehículos aparcados en el lugar, se encuentran matrículas extranjeras, lo que evidencia la diversidad de los participantes. Las estimaciones actuales indican que alrededor de 5.000 personas se encuentran en el lugar.
Aunque la fiesta no genera molestias directas en Ciudad Real debido a la distancia, ha causado problemas de tráfico en la A-41, especialmente el 1 de enero, cuando se registraron atascos significativos. La niebla también complicó la circulación, lo que llevó a la Policía Local a recomendar evitar el uso de esta carretera durante el Año Nuevo.
Dispositivo de seguridad en marcha
La Delegación del Gobierno ha desplegado un operativo formado por la Policía Nacional y la Guardia Civil para garantizar la seguridad de los asistentes y prevenir incidentes en los alrededores. Las autoridades realizan controles para detectar la presencia de drogas y mantener el orden, aunque no está previsto desalojar el evento.
Se espera que la fiesta continúe hasta el Día de Reyes, aunque en ediciones anteriores la afluencia de asistentes comenzó a disminuir en los días previos. Este tipo de raves, a pesar de su carácter ilegal, siguen atrayendo a miles de personas por su ambiente libre y accesibilidad.