Una gran tormenta de arena arrasa Burning Man en sus primeras horas
Vientos y polvo transforman Black Rock City en un escenario de caos durante las primeras horas del festival.

Burning Man 2025 comenzó bajo condiciones extremas. Durante el primer fin de semana, Black Rock City fue golpeada por una tormenta de arena con ráfagas que superaron los 80 km/h, reduciendo la visibilidad a prácticamente cero y obligando a miles de asistentes a buscar refugio en campamentos y estructuras improvisadas.
El viento provocó daños inmediatos: varias instalaciones colapsaron y Black Cloud, una escultura inflable de ocho toneladas, quedó destruida pocos minutos después de ser levantada. Los campamentos tuvieron que adaptarse rápidamente para proteger a los asistentes y sus propias estructuras.
El Servicio Meteorológico Nacional había emitido alertas de tormenta de polvo el sábado por la tarde, advirtiendo sobre los riesgos de tránsito en los accesos al festival. Aunque estos se reabrieron al día siguiente, los organizadores instaron a mantener la máxima precaución.
Los pronósticos sugieren que podrían producirse nuevas tormentas y lluvias monzónicas durante la semana, condiciones que podrían convertir el desierto en un lodazal, como ocurrió en 2023, cuando miles de asistentes quedaron atrapados durante varios días.
Burning Man continúa siendo un evento donde la naturaleza juega un papel central. Esta edición ha dejado claro desde el inicio que los participantes deben prepararse para enfrentarse a un entorno imprevisible, donde el clima puede alterar significativamente la experiencia del festival.