Tres años de vida de The Jungle Dance Floor
El mérito de apostar por la música electrónica en un pequeño pueblo de León
El sorprendente club de Carrizo de la Ribera continúa con su empeño de ofrecer a toda la provincia de León la mejor programación Clubbing. Un año más, y ya van tres, en el que “The Jungle Dance Floor” se deja la piel para ofreceros las mejores fiestas electrónicas de Castilla y León.
Su eslogan, para ésta temporada, dice mucho de ellos y de su pasión por lo que hacen: Preparad el cuerpo y la mente porque vuelve ROOTS el 7 de Diciembre; «ni retirada ni rendición… esa es la ley de la jungla». Y lo cierto es que han jugado bien sus cartas, porque llega un año lleno de nombres importantes que jamás pensamos que podrían pasar por tierras leonesas.
Lewis Fautzi, uno de los cabezas del cartel, ha protagonizado un ascenso meteórico en la escena del techno, como un proyectil lanzado al espacio a la velocidad de la luz. Ha proporcionado experiencias extrasensoriales tanto como DJ, como con sus directos en las pistas de baile de Trésor, Gare Porto y Lux Frágil, entre otros lugares de renombre, además de en la última frontera: Berghain. El Everest de todo DJ.
Uno se pregunta de dónde ha salido todo ese universo musical y la respuesta más probable es que le viene de vivir inmerso en el techno profundo, atmosférico y mental, lo que provoca una alucinante experiencia electrónica. Y cabe que destacar que, con menos de un cuarto de siglo y con muy pocos años como productor de techno, sabe que lo está haciendo muy bien cuando al principio de su carrera el gran Jeff Mills incluye varias de sus producciones en uno de sus sets.
Por otro lado, Voiski: éste artista francés aporta un enfoque muy diferente, en una época en la que el mundo del techno a menudo puede dar la impresión de que «cuanto más duro, mejor». Crea un vínculo directo con los compositores minimalistas clásicos de los años 60 y un techno ambiental que captura la esencia del sonido “post-trance”, dejando que el sonido de raíz salga a la superficie para ser el protagonista y así crear un espectáculo hipnótico que le posiciona como uno de los artistas que más ruido está haciendo en los últimos años.
Talento, versatilidad y muchas texturas, definen a éste galo, pero si hay algo que lo identifique es una capacidad creativa suficiente (y necesaria) para evadir siempre los caminos obvios y monolíticos del techno, tirando de efectos clasicones (que tanto gustan) con olor a vieja escuela, con olor a calidad.
Y por supuesto, no podían faltar los residentes de la sala, Manuel Rey e Israel Alonso, siempre al pie del cañón, regalando momentos inolvidables, caras de felicidad y billetes a otra dimensión.
Sólo queda decir que, este año soplan la velas y lo que les pongan delante, porque están muy orgullosos de todos sus #Junglers, que les acompañan cada sábado por la noche y, por supuesto, de la escena leonesa.