POST-COVID MUSIC & CULTURE WEEKEND: 24h horas de cultura y música para celebrar el fin de la pesadilla vírica.
Una idea festiva y no tan descabellada como parece (para cuando todo esto pase). | Por Vanity Dust, Barcelona |
Cuando todo esto pase, aunque todavía queda un trecho, la escena cultural y de clubes necesitará un empujón y un verdadero regreso a la normalidad, porque está claro que la “nueva normalidad” cojea (y lo seguirá haciendo) y la “vieja” era bastante mejorable. En un momento excepcional como el actual, sería esperanzador ver cómo el sector cultural y la escena de clubes se unen para reclamar una acción sin precedentes en nuestro país: comenzar a pensar en positivo y hacia un regreso a pleno rendimiento, por ejemplo, comenzando a imaginar y plantear un fin de semana de total actividad cultural en nuestras ciudades. Sería un impulso económico y moral, además de un estímulo para superar antiguas concepciones que limitan el horario de las actividades culturales sin tener en cuenta las necesidades e interés de su público.
Como era previsible, la nueva normalidad está siendo un quebradero
de cabeza para el sector cultural y de clubes en cualquier ciudad de España,
que hace lo que buenamente puede para mantener cierta actividad —discotecas de
pequeño formato en Barcelona, como Moog o Macarena, algún festival como el Grec,
por ejemplo— pese a las fuertes restricciones de las diversas fases que hemos
atravesado hasta aterrizar en la disminuida nueva normalidad y el verano de los
rebrotes geolocalizados, con miedo y habladuría acerca de un
segundo confinamiento total.
Como apuntaba el artista Dubfire
en una entrevista que mantuvo durante el confinamiento con Flug, dj y productor argentino residente en Barcelona (que publiqué en forma
de podcast), resulta obvio que “hasta que no haya vacuna contra el
COVID-19 no podremos regresar a una plena normalidad ni a llenar clubes y
festivales”. Por eso, muchos y muchas nos preguntamos cuándo podremos volver a
llenar un teatro al 100% o un club grande para bailar, ya ni hablemos de un
festival. Hace
apenas unos días, Madrid se abría también a la “nueva normalidad” en los
clubes, aunque el número de locales que finalmente deciden abrir deja mucho que desear
en todas partes.
Fotos publicadas en Vanity Dust: El salón de Truncate, the place to be para su cuarentena. + Dubfire, confinado, en su casa de Washington, a la espera de poder regresar a Barcelona, su otra ciudad.
Pero, cuando se pueda, confiando en que efectivamente se pueda y apuntando a 2021 (o eso piensan, por ejemplo, los que ya han agotado las entradas del Primavera Sound 2021), propongo pensar un poco outside the box en cómo será ese momento:
¿Acaso, tras perder millones de euros, miles de empleos y de meses de cierre, dudas e inquietud, deberían las empresas del sector cultural seguir como si nada, hacia una vieja normalidad, llegue esta cuando llegue?
¿No sería un momento único y apropiado para aunar esfuerzos, ideas y sinergias y convertir un mero “back to normal” en una experiencia inédita y memorable?
El sector cultural no tiene nada que perder a la hora de replantear su pleno regreso, aunque este llegue entrado 2021. En cambio, sí puede regresar dando un salto hacia adelante. Por lo pronto, lamentablemente, habrá más cierres, a riesgo de que la situación se vuelva insostenible no solo en el sector cultural. En lo que va de pandemia, el sector ya ha perdido mucho y la tendencia seguirá siendo crítica, aunque continuaremos apoyándolo en esta oscura situación a medio gas —y viendo, impotentes, como salas grandes y emblemáticas como Razzmatazz en Barcelona siguen anunciando, mes a mes, su cierre a través de las redes—.
Imagen/ Arte: Setanta
Como decía, intentando pensar a meses vista y en el momento en el que el virus pueda ser controlado (salvo para los conspiranóicos del 5G), llegará una oportunidad única en la que se podría dar un giro sin precedentes a cómo se ha entendido el ocio y la cultura a nivel horario hasta la fecha. Si la situación es límite, el cambio debe estar a la altura.
Dudo que los alcaldes no estén dispuestos a escuchar, esta vez, propuestas para realzar este sector que quizás años antes menospreciaban o intentaban silenciar haciendo caso omiso.
Sin necesidad de haber pasado una pandemia, en ciudades como Ámsterdam o Berlín están mucho más avanzados en este aspecto desde hace años. En España, que ciertas localidades reclamasen (se ha hablado de ello en varias ocasiones) 24 horas de horario libre para el sector cultural y de clubes supondría un shock inverso al COVID-19, una novedad al fin estimulante y esperanzadora, diferente, a la que sumarse como ciudadano y activista cultural.
Teatros, cines con programaciones maratonianas a lo Sitges, clubes abiertos a pleno rendimiento durante una jornada, al igual que permite el Alcalde de la Noche en Ámsterdam o desde hace décadas la ciudad de Berlín. Librerías haciendo lecturas nocturnas —recordemos la Noche de los Libros en Madrid, por ejemplo—, desayunos en museos o conciertos en directo en lugares emblemáticos. No será por espacios ni propuestas, ni por curiosidad, ni por ganas de hacer algo significativo. Quizás la idea más evidente es la de los clubes, pero si se extiende al sector cultural y se otorga libertad para que pueda expresarse y actuar tanto como quiera, intuyo y quiero pensar que habría bastantes sumas a la propuesta de un Post-COVID Weekend.
Fotografía Miguel Ángel Jorquera |Martirio Noche de los Libros de Madrid 2019
Si el mundo cultural se ha volcado en el streaming ininterrumpido cuando se ha visto obligado a parar, qué menos que dejar en manos de los agentes culturales y de los ciudadanos qué hacer, cómo y cuándo hacerlo en el regreso a una nueva etapa post-COVID.
Como apuntaba, que hay ciudades europeas que tienen otra manera de entender la nocturnidad y el ocio no es nada nuevo, y que aquí, ya sea en Barcelona, Madrid o en cualquier otra ciudad, necesitamos inspiración —u oportunidades— a raudales para reactivar el depauperado sector cultural es algo más que evidente.
A fin de cuentas, esta no deja de ser una idea con la mejor de las intenciones, para debatir, mejorar o ampliar: Un fin de semana Post-COVID cultural y musical sería al fin algo positivo a lo que aspirar para desentumecerse de verdad ante los graves meses y estragos que ha causado y seguirá causando el virus.
Lanzo la idea pensando tanto en los clubes como en los otros agentes culturales que quieran sumarse, así como en las comisiones nocturnas que trabajan para que el mundo de la noche se entienda mejor con el diurno. Y pienso también en los propios ayuntamientos de las ciudades: un llamamiento cultural de este tipo sería un reclamo para el turismo cultural y de ocio que tan desesperadamente echan de menos aquellos y aquellas que viven de él.
Ojalá los clubes y las entidades culturales lo vean como una verdadera oportunidad, como un proyecto ilusionante en el que trabajar y coordinarse. En el mundo de la música electrónica, quizás el proyecto más parecido y logrado que existe desde hace años es el ADE de Ámsterdam, en el que la ciudad entera respira electrónica durante varios días, unida por múltiples nodos independientes pero coordinados.
Tras tantos meses con los brazos cruzados a la fuerza, intentando sobrevivir en el exigente y saturado mundo online y de las redes sociales, regresar unidos y por todo lo alto sería, al fin, una de esas escasas buenas noticias que esperaríamos con ganas a que ocurran, mientras sorteamos la incertidumbre y nos negamos, de pleno, a ahogarnos en el fatalismo.
#PostCovidWeekend. Aunque quede lejos, y sea una tan solo una idea por ahora, creo que todos y todas nos merecemos soñar y preparar la llegada de algo así en nuestras ciudades.
Por Vanity Dust, Barcelona.
Foto de Phlame en MUTEK Barcelona