La Rítmica Club: Un nuevo paso para la cultura club valenciana
El espacio, ubicado en una zona industrial a 15' del centro, cuenta con un open air, club y sala hi-fi
Durante años, la cultura club ha hablado de crecimiento, impacto y visibilidad, pero también del valor que tiene que un espacio consiga generar una conexión genuina con su gente y construir comunidad.
La Rítmica Club es un nuevo espacio en Valencia que no promete revoluciones grandilocuentes, pero sí algo más difícil de encontrar: coherencia entre lo que se escucha, lo que se ve y lo que se siente dentro de la sala.
El club se plantea como un lugar donde la música vuelve a funcionar como lenguaje común. Aquí, la electrónica se presenta como una experiencia compartida, no como producto ni como reclamo. Encontrar a artistas con margen creativo, público atento y una energía colectiva auténtica, ocurre o no. Y cuando ocurre, se nota.
Minimal y techno conviven bajo una estética cuidada, una programación con sentido narrativo y un sistema de sonido que cumple su función principal: hacer justicia a la música. Sin exceso, sin distracciones, sin fuegos artificiales innecesarios.
En poco tiempo, ha conseguido el reconocimiento de artistas que saben distinguir entre un bolo más y un espacio con identidad. Temudo lo resume así:
“Clubs como La Rítmica son vitales para la escena: íntimos, cómodos, con un gran sistema de sonido y una curaduría que no sigue tendencias, sino que refleja una dirección estética fuerte, tanto en house como en techno. Todo esto, además, fuera de una capital”
Tras su paso por Valencia, Mathew Jonson destaca el contexto humano y el potencial del espacio;
“Recientemente toqué en La Rítmica, en Valencia. El club es nuevo, pero ya ha construido una comunidad muy unida y un público genuinamente bueno. La hospitalidad fue impecable. Incluso en invierno se puede sentir el enorme potencial del lugar, especialmente pensando en esa zona exterior que espera las noches más cálidas. Es un espacio precioso y perfecto para futuros eventos musicales y culturales. Dentro han instalado un sólido sistema Void, y todo el proyecto da la sensación de estar creciendo muy rápido. Estoy seguro de que volveré el año que viene”,
La sensación de cercanía y cuidado se repite en palabras de Nastia Reigel;
“Un club nuevo encantador, donde realmente se siente cuánto amor han puesto los promotores en el proyecto. Gran sistema Void y un público muy cálido y acogedor. Fue un auténtico placer pinchar allí. El equipo de La Rítmica es increíblemente atento y cercano. Les deseo todo lo mejor.”
Tom Ellis pone el foco en el ambiente de pista:
“Muy buenas vibras en La Rítmica. Público muy cálido y acogedor, gran música por parte de los DJs locales y un sistema de sonido espectacular. Estética minimalista y depurada. Seguridad amable. Gente realmente metida en la música, con muchas sonrisas. Con ganas de volver en algún momento.”
Y Ebass apunta directamente al espíritu del proyecto:
“La Rítmica es uno de esos clubs que sienten la música y la respetan por completo. Está construido desde la pura pasión de gente real que se ha manchado las manos por la cultura club, y puedes percibir ese amor en cada rincón y en cada cara dentro del club. Es nuevo, pero ya sabes que tiene un futuro brillante en la escena. Las noches allí se quedan contigo mucho después de irte. Tocan tu lado más humano y lo hacen elevarse. La Rítmica ha llegado para quedarse.”
Aaron Gehrig | Dirección desde la cabina
Una parte fundamental de esa coherencia sonora pasa por Aaron Gehrig, residente y CEO del club. Su rol no se limita a la gestión: Aaron entiende la cabina como el lugar desde donde se define el carácter del espacio.
Como residente, no se trata solo de seleccionar música, sino de construir experiencias y sostener una narrativa sonora noche tras noche. Su enfoque combina técnica, sensibilidad y una lectura intuitiva de la pista, funcionando como un puente entre la esencia original del club y su proyección futura.
“Para mí, como residente y CEO del club, es fundamental ser nosotros mismos en la música: construir una identidad real, sin máscaras, y sostener una visión que se sienta honesta en cada noche. Quiero crear una sinergia auténtica entre lo que nos apasiona —eso que nos llena por dentro— y la realidad del proyecto: convertir esa energía en un espacio vivo, coherente y sostenible, en el que la música, el equipo y el público estén alineados. Porque cuando la intención es verdadera, se nota: en la selección, en el sonido, en el ambiente… y en cómo la gente se va a casa.”
Ángel | Residente de La Rítmica
Junto a Aaron, Ángel representa la vertiente más intensa y oscura del ADN de La Rítmica. Residente desde los inicios, su sonido preciso y depurado ha sido clave en la construcción del carácter del club.
Su forma de entender la sesión se basa en procesos largos, capas rítmicas que se desarrollan con paciencia y una narrativa que conecta directamente con la energía colectiva de la pista. Su aportación refuerza el equilibrio entre potencia, elegancia y profundidad que atraviesa todo el proyecto.
“La Rítmica es un lugar donde la música encuentra espacio para respirar, donde cada noche se vive como una experiencia distinta y honesta. Para mí, desarrollar mi sonido aquí es un privilegio; me siento libre, conectado, en casa… y creo que el público lo percibe. Lo que viene es una evolución natural de lo que soy y de lo que hemos construido juntos.”
De cara a 2026 y 2027, el club prevé expandirse en varias direcciones: consolidación de residencias y ciclos curados, invitados internacionales, colaboraciones con colectivos afines y eventos especiales que fortalezcan el tejido local y su conexión con Europa.
También está en marcha el desarrollo de un sello discográfico, contenido audiovisual propio y una evolución del apartado visual del club, con una propuesta más inmersiva donde luz, proyección y sonido dialoguen de forma integral. La idea no es solo escuchar la música, sino habitarla.
A esto se suman experiencias open air en entornos singulares, acciones culturales, encuentros y charlas que refuercen el sentido de comunidad. Próximamente, todo este universo se articulará también a través de su nueva página web, pensada como un punto de acceso a la programación, el archivo sonoro y la identidad del proyecto.
Su misión es concreta: preservar la esencia, elevar la calidad y volver a unir a la gente a través del sonido.
