Entrevistamos a Regal aka AcidBoy

Pocos artistas logran caminar la delgada línea entre mantenerse fieles a sus raíces y empujar los límites de su sonido. Regal, conocido por algunos como ACIDBOY, es uno de esos artistas. Con una carrera que abarca más de una década, su viaje ha sido uno de experimentación, crecimiento y una búsqueda constante de autenticidad en una escena a menudo impulsada por tendencias.

En su último álbum, The Final Chapter, lanzado bajo su alias ACIDBOY, Regal emprende un viaje profundamente personal y nostálgico de regreso a sus raíces en el subgénero acid techno. Conocido por sus producciones de vanguardia y su sonido que desafía géneros, la decisión de Regal de volver a los elementos fundamentales de su carrera representa más que una simple elección estilística: es un regreso a la música que inicialmente alimentó su fuego creativo. The Final Chapter es el tributo de Regal a los sonidos impulsados por el ácido que una vez lo definieron, infusionados con técnicas de producción modernas y un renovado sentido de propósito. Como figura destacada en la escena de la música electrónica, utiliza este álbum para reconectarse con sus comienzos musicales mientras empuja los límites del género acid techno.

La historia del álbum se desarrolla como una narrativa profundamente introspectiva, nacida tanto de luchas artísticas como personales. Regal se encontró en una encrucijada en los últimos años, lidiando con una industria cada vez más centrada en la imagen sobre la sustancia, mientras también enfrentaba sus propios desafíos con la salud mental y la sobriedad. A través de este lente emocional, The Final Chapter fue elaborado, no meramente como una colección de pistas, sino como un manifiesto personal de sanación, claridad y libertad creativa. Cada pista refleja un pedazo de este viaje: algunas más introspectivas, otras reflejando las eufóricas cumbres de un renacimiento creativo.

En su núcleo, The Final Chapter es una carta de amor al acid techno, un subgénero que Regal ayudó a moldear al principio de su carrera. Con sus hipnóticos bajos 303 y energía cruda y palpitante, el acid techno ha sido siempre un medio para que Regal exprese sus emociones a través del sonido. Al revisar las texturas y ritmos ácidos que primero definieron su estilo característico, Regal da nueva vida a este género underground, fusionando lo antiguo con lo nuevo para crear una experiencia sonora que es tanto nostálgica como visionaria.

Para Regal, la música electrónica es una forma de autoexpresión. Más que una simple colección de pistas, The Final Chapter es un reflejo de su evolución personal y artística, un testimonio de su resiliencia ante la cambiante dinámica de la industria. "Creo que algo estaba hirviendo dentro de mí", reflexiona, explicando la inspiración detrás de su regreso al sonido acid techno bajo el alias ACIDBOY.

“Después de estos par de años, rodeado de subgéneros impulsados por tendencias como Neo Rave o ediciones de Hardstyle de pistas de pop de 2000, con los que no podía alinearme, estaba tratando más bien de encontrar un sonido individual para hacer algo diferente de la mayoría de mis colegas DJs y destacar entre la multitud. En un momento sentí que debía escuchar mi yo interior y simplemente ir por lo que quiero hacer, para estar feliz con la música que produzco y las pistas que toco”.

Para Regal, este álbum fue más que un esfuerzo creativo: fue una forma de auto-liberación. Tras establecerse en la industria de la música hace años con un sonido ácido distintivo, decidió regresar a lo que primero lo inspiró a crear.

“Pensé que sería una gran idea volver a visitar el sonido que siempre he amado desde que descubrí la música electrónica, que ha sido la razón de mi éxito en la industria musical hace algunos años. Sin importar la tendencia actual o las expectativas de la gente, sino solo algo para mí y mi alma, que para mí es la forma más honesta de producir música. Me gusta producir muchos estilos diferentes, pero en este caso, quería centrarme en mi sonido clásico de acid y trance, que es también la razón por la cual decidí lanzarlo bajo mi alias ACIDBOY y no como Regal”.

El proceso de crear The Final Chapter no fue solo sobre volver al pasado, sino de fusionarlo con su nuevo conocimiento y herramientas. La evolución de Regal como productor le permitió abordar este proyecto con una mayor profundidad de comprensión.

"Cuando empecé a hacer acid techno, ni siquiera sabía que estaba haciendo acid techno, para ser honesto. Era solo algo que sonaba bien y era la música que me hacía querer bailar. Además, mi conocimiento de producción era muy limitado en ese momento, mientras que ahora tengo más conocimientos en producción, tengo un arsenal más grande de herramientas y, especialmente, ahora sé cómo hacer que algo suene como quiero que suene".

Curiosamente, a pesar de que su estudio está lleno de máquinas analógicas, Regal eligió crear gran parte de este álbum utilizando herramientas digitales. "Para este álbum, no he usado muchas máquinas analógicas a pesar de que mi estudio está lleno de ellas, sino que hice todo con herramientas digitales y VSTs, ya que eso generalmente me permite trabajar más rápido, que es lo más importante para mí".

El proceso de reducir las pistas finales fue un desafío en sí mismo, con Regal produciendo más de 22 pistas y teniendo que elegir solo 11 para la versión final. Fue un trabajo de amor, y el resultado es un álbum que fusiona a la perfección lo antiguo y lo nuevo. "El mayor desafío para mí en este álbum fue hacerlo sonar antiguo pero nuevo al mismo tiempo, dándole un toque moderno y haciendo que los bajos 303 sonarán diferentes de todas las demás pistas ácidas que hay".

En términos de diseño de sonido, Regal buscó mantener un equilibrio entre lo clásico y lo innovador.

"En la mayoría de las pistas intenté mantener la percusión tan clásica como fuera posible, usando principalmente la 909 y la 707, pero utilizando diferentes cadenas de FX en el 303 para encontrar sonidos originales, y no solo el clásico pedal de distorsión".

También integró elementos de su trabajo anterior, incorporando voces y discursos con mensajes explícitos, conectando el nuevo álbum con la estructura de su lanzamiento de 2021 como Regal.

"Puedo decir que este álbum es una especie de continuación del primero, pero por otro lado, es completamente diferente desde una perspectiva musical: es solo la estructura que es similar".

A pesar de la tentación de colaborar más ampliamente en el álbum, Regal finalmente mantuvo el proyecto personal, aparte de una notable colaboración con el dúo AÉREA, con sede en Madrid.

"Encontré esta colaboración muy interesante porque es algo diferente de lo que normalmente estoy acostumbrado a producir y también porque me encanta la voz de Carlota, la cantante del dúo".

Pero incluso esta colaboración se abordó con cuidado, asegurando que el álbum mantuviera su tono personal e introspectivo.

"Este álbum es más libre que el anterior bajo mi alias principal Regal. Por supuesto, como sigue siendo un álbum conceptual, la forma correcta de escucharlo sería siguiendo la lista de pistas, que comienza con un acid más energético y se desvanece en un estilo más trippy de trance con altibajos en el camino. Pero no hay una forma correcta de escucharlo y las pistas cuentan diferentes historias, así que creo que este álbum le da al oyente la oportunidad de escuchar las pistas en cualquier orden o simplemente una por una y aún sentir la esencia de ACIDBOY. Probablemente puedes escuchar o ya entender al leer los nombres de las pistas que la ira, la frustración y el miedo son un gran tema en el álbum. Pero el álbum es sobre la esperanza, sobre encontrar una salida y sanación. Así que creo que las emociones que sentirán los oyentes son más sobre resurgir después de haber sido derribados".

Regal comparte, señalando que cada pieza tiene un significado más profundo. Una de esas pistas es la pieza de apertura, "Automatic Control", que tardó cuatro años en completarse.

"Tenía ese bajo 303 en mi laptop y, por alguna razón, aunque intenté abrir el proyecto de vez en cuando cuando me sentía inspirado, nunca pude hacerlo encajar en una pista. De repente, encontré una pista antigua de Paul Kalkbrenner que solía tocar mucho en el pasado, y eso me dio la chispa: esa fue la inspiración que necesitaba".

A partir de ahí, la pista finalmente tomó forma, reflejando la paciencia y persistencia que caracteriza gran parte del proceso creativo de Regal.

Mientras The Final Chapter refleja el viaje personal de Regal, también sirve como un comentario más amplio sobre el estado actual de la escena techno.

El álbum es una reacción a la actual escena de la música techno. Para mí, este proceso fue un viaje profundo, que se refleja en el sonido de las pistas: pistas que son todo lo contrario de los temas rápidos diseñados para las redes sociales. Todas las pistas fueron el resultado de la crisis artística que enfrenté cuando sentí que ya no podía ser parte de la escena porque el enfoque parecía estar en la imagen del artista en lugar de en la música del artista, lo cual puede ser difícil para alguien introvertido como yo. Esta crisis fue seguida por un período de introspección. Tuve mucho tiempo para pensar en lo que quería hacer y si debería continuar en absoluto, pero cuando me di cuenta de que nunca había lanzado nada bajo mi alias ACIDBOY antes, un apodo que la gente comenzó a darme hace unos años, pensé que podría ser una buena manera de devolver algo a la gente.

Este período de introspección permitió a Regal reconectarse con las razones por las que se enamoró de la música en primer lugar y producir algo que se sentía profundamente auténtico para él.

"Pensé que usar un nombre que estaba tan profundamente asociado con el sonido que solía tocar en el pasado sería una gran manera de mostrar que, aunque el proyecto Regal ha evolucionado a lo largo de los años, ACIDBOY aún vive dentro de mí y es una parte importante de lo que hago. Usar ese nombre y revisitar el sonido que hizo que mi sello Involve Records y yo mismo como artista tuviéramos éxito y fuéramos conocidos por un público más amplio en primer lugar, se sintió como una buena manera de resumir todo antes de que eventualmente haya un final a la vista. No estoy seguro si este será mi último lanzamiento... o simplemente un nuevo comienzo.”

Esta autenticidad se encapsula quizás mejor en el viaje emocional que el álbum ofrece a sus oyentes.

"Este álbum trata sobre la esperanza, sobre encontrar una salida y sanar," explica.

La música se mueve a través de altibajos, reflejando las luchas personales que Regal enfrentó en el período previo a su creación. Para él, el álbum es un testimonio de resiliencia: una forma de encontrar paz y claridad en medio del caos de la industria. Mirando hacia atrás, The Final Chapter representa un hito significativo en la carrera de Regal.

"Creo que este álbum suena mucho más maduro tanto en términos de producción como de calidad de sonido. Una comparación entre estas producciones y las mías más antiguas mostrará que ha pasado mucho en términos de técnicas de producción. Sin embargo, todavía traté de no sobreproducir las pistas. Deberían sentirse naturales y crudas, a pesar de que la producción es más profesional y nítida. Puede sonar un poco más como el techno de los 2000 y menos de los 90, ya que ese es el sonido que estoy deseando ahora. Además, el diseño de sonido de las líneas de bajo 303 suena mucho mejor ahora, en mi opinión, mientras que antes era más plano. Pero lo más importante para mí es lo que no ha cambiado: todavía estoy combinando sonidos de acid y trance como solía hacer al principio de mi carrera, siendo fiel a mí mismo y al sonido que amo,”dice, reconociendo su crecimiento como artista y productor.

Pero a pesar de los avances en técnica y diseño de sonido, lo que permanece inalterado es el compromiso de Regal de mantenerse fiel a sí mismo.

"Todavía estoy combinando sonidos de acid y trance como solía hacer al principio de mi carrera, siendo fiel a mí mismo y al sonido que amo."

El viaje de Regal no ha estado exento de desafíos, particularmente cuando se trata de equilibrar su salud mental y sobriedad. Las presiones de la industria musical, junto con su naturaleza introvertida, han hecho que este camino esté lejos de ser fácil.

"Me sentí tan abrumado con la escena actual que no sabía cómo comportarme y qué hacer para no empezar a odiar ser un DJ de techno. No quería adaptarme porque simplemente no me sentía parte de esta escena post-pandemia; eso era lo opuesto a lo que quería hacer y quién quería ser. Veo a tantos DJs tocando la misma música, las mismas pistas, y me aburre hasta la muerte. Todo se hace solo por seguidores y 'likes', parece que las redes sociales son la clave del éxito, no la buena música. Carece de alma y de creatividad. Estuve (y todavía estoy) luchando por encontrar mi lugar en todo esto, y durante un tiempo ni siquiera estaba seguro de que hubiera uno. Esto me llevó a tratar de compensar mi diálogo interno negativo, mi enojo por estos cambios y mi miedo de no poder encontrar mi lugar con alcohol. Beber ayudaba, pero solo por el momento: después, siempre era peor.”

Esta lucha interna lo llevó a un período de autorreflexión, donde cuestionó su lugar en una industria que parecía enfocarse cada vez más en la imagen en lugar de en la sustancia. Pero en lugar de ceder a las presiones, Regal utilizó esta crisis como una oportunidad para reconectarse con sus valores fundamentales y redefinir su enfoque de la música.

"Después de un tiempo y algunas luchas, traté de despejar mi mente, ponerme sobrio y concentrarme en lo que quería hacer y en quién quería ser en lugar de escuchar las expectativas de los demás y cómo querían que fuera. Así que produje este álbum para mí, para sanar mi alma, para cerrar los ojos y volar con mi mente, para volver a amar lo que hago. Me hará increíblemente feliz si los oyentes disfrutan este álbum tanto como yo, y lo sienten de una manera que yo lo hago, pero si ese no es el caso y la gente prefiere escuchar drops que suenan como todos los demás, eso también está bien para mí," admite.

Mantener la sobriedad mientras navega por las presiones de la industria musical puede ser un desafío. Después de todo, todos somos humanos y todos necesitamos algo de ayuda para mantenernos a flote. Al respecto, Regal compartió:

"Es un desafío y no siempre funciona. Es difícil, y la escena, que trata sobre el exceso, puede llevar a recaídas. Especialmente cuando tienes una mala noche. Estoy yendo a terapia y siguiendo algunas rutinas médicas para mantenerme lo más saludable posible. También estoy tratando de ir al gimnasio y entrenar tanto como pueda, varios días a la semana, no solo por el cuerpo sino también por mi salud mental."

"Vivimos en la vida nocturna, rodeados de muchas cosas malas y peligrosas, así que permanecer en el camino es algo que sólo puedes hacer si lo deseas. Requiere mucha fuerza, la cual – durante un tiempo – simplemente no tenía. No tengo modelos a seguir en esta industria, pero tengo algunos modelos personales en mi círculo cercano que me inspiraron a dejar viejos malos hábitos y me obligan cada día a ser una mejor persona. Tratar de mantener una mente clara me ayuda a ser una mejor versión de mí mismo cada día."

En este sentido, The Final Chapter no es solo un proyecto musical; es un símbolo de sanación personal, una forma para que Regal recupere su identidad como artista en sus propios términos.

El viaje de Regal a través de la creación de The Final Chapter cómo ACIDBOY se siente intensamente personal, como un profundo ajuste de cuentas con su pasado, su dolor y sus pasiones. No es solo un regreso al acid techno para él; es un momento de círculo completo, redescubriendo la música que primero encendió su amor por los sonidos electrónicos, pero ahora con las cicatrices de sus batallas con la salud mental y la sobriedad grabadas en cada latido. Puedes sentir el peso de esa lucha en la crudeza del álbum. Es como si a través de ACIDBOY, Regal estuviera volviendo a sus raíces no solo musicalmente, sino emocionalmente, lidiando con quién fue y quién se ha convertido.

Lo más sorprendente es cuán vulnerable se siente este proyecto. Para un artista tan establecido como Regal, habría sido fácil seguir creando música como antes, pero en su lugar, eligió abrirse por completo. No solo hizo un álbum; abrió una ventana a su propio proceso de sanación. La forma en que ha entrelazado sus luchas con la salud mental, su camino hacia la sobriedad y su evolución como persona en la música le da una autenticidad que es rara en el mundo acelerado de la música electrónica. No está tratando de impresionar; está tratando de conectar, de contar una historia que es tanto sobre la supervivencia como sobre la creatividad.

A nivel personal, ACIDBOY se siente como el trabajo más honesto de Regal hasta ahora. No se trata de perfección o de seguir tendencias; se trata de catarsis, autoexpresión y encontrar paz en el caos. Puedes escuchar el crecimiento, el dolor y el triunfo en cada pista. Este álbum no es solo el final de un capítulo para Regal; es el comienzo de otro, uno en el que ha aprendido a abrazar tanto la luz como la oscuridad dentro de sí mismo, y a usarlas para crear algo que es profundamente personal, ferozmente poderoso y completamente fiel a quién es.