Entrevistamos a Raúl Pacheco
Con un setup híbrido y una idea clara: pinchar es contar una historia

Hay DJs que se empeñan en sonar amables, y otros que prefieren mantener una línea más seca, más dura. Raúl Pacheco está cómodamente instalado en el segundo grupo. Desde hace tiempo, su sonido se mueve entre el techno robusto y un tech house de bordes ásperos, siempre buscando mantener la tensión en pista sin caer en los lugares comunes. No necesita grandes gestos para dejar claro por dónde van los tiros: le basta con un groove firme, construcciones pacientes y un sentido claro del espacio.
Su manera de trabajar también se sale un poco del molde. Mientras muchos optan por la inmediatez de los tres CDJs, Pacheco mezcla un setup híbrido con Traktor, Ableton Live y una Model 1, lo que le permite ensamblar capas, lanzar elementos propios y retocar estructuras en directo. No es tanto una cuestión de espectáculo como de control: tener las herramientas para ajustar cada set en función del sitio y del momento, sin depender solo de lo que traen las canciones.
Con el tiempo, ha ido puliendo un criterio cada vez más suyo, más centrado en construir algo con sentido que en subirse al tren de la moda. Moverse entre géneros tiene sus quebraderos, sí, pero forzar un camino que no va contigo —eso sí que no entra en el plan.
1. Si tuvieras que explicar tu sonido sin mencionar ningún género, ¿qué palabras usarías?
Pachecada: estilo que camina entre el tech house y el techno :)
2. ¿Qué tiene para ti una buena sesión? ¿Qué diferencia a un DJ que simplemente pincha de uno que realmente propone?
Una buena sesión debe ser como una película: debe contarte algo a lo largo del set, hacerte sentir, navegar y perder la noción del tiempo. También debe tener personalidad y carácter; que al terminar, te deje un tinte especial en tu forma de entender la música.
3. ¿Hasta qué punto te interesa cuidar lo visual, lo estético o lo narrativo en un set? ¿Es algo que trabajas o prefieres dejar que surja solo?
Hoy día la gente va a un club o festival a vivir una experiencia donde no todo entra por el oído. Una buena imagen, estilo y personalidad para vestir (aunque sea sencillo pero en su punto), visuales cuidados o una puesta en escena acorde a tu personalidad, todo suma para transmitir los 360º de un artista.
4. Muchas veces se asume que los DJs van cambiando de estilo con el tiempo, pero tú más bien pareces ir afinando una idea. ¿Cómo ha evolucionado tu criterio?
Bueno… esta es una gran pregunta. Estar entre dos aguas, entre el tech house y el techno, te hace vivir momentos de dilemas incómodos porque nada va en línea recta, al menos en mi cabeza. Hay épocas en las que me siento más cómodo en un lado, otras en el opuesto, y otras (las más complicadas) cuando no me siento bien por tener esa bipolaridad tan acentuada. Muchas veces me pregunto si hago bien estando en el medio, pero luego me autorespondo: "es lo que sientes, no puedes hacer otra cosa", y eso me hace seguir por este camino.
5. ¿Qué pasa en tu cabeza cuando estás pinchando y ves que la pista no está entrando como esperabas? ¿Lo vives desde lo técnico, desde lo emocional…?
He sacado muchas conclusiones de esta experiencia. Casi siempre me puede lo emocional en un primer momento, y eso te hace buscar soluciones o respuestas más rápido. Nadie es perfecto, y nunca aciertas desde el minuto uno, especialmente cuando es un lugar nuevo o donde no conoces al público. Lo emocional acaba llevándote a la parte técnica. A veces logras levantar a la gente, pero hay otras veces que, simplemente, la energía del ambiente no depende del DJ. He vivido noches donde ningún DJ logró conectar con un público que, quizá, no estaba receptivo, aun en clubes de renombre.
6. ¿Cuál es el error más productivo que has cometido pinchando?
¡Ajajaja! Esta me ha hecho pensar, muy original la pregunta. Hace no mucho me olvidé el cableado para conectarme a la Model1 en un viaje a Mallorca, y no me quedó otra que tocar con la V10. ¡Dios, qué agobio cuando me di cuenta! Pues oye... ni tan mal. Desde entonces, cuando tengo que pillar avión, toco con la V10 y así el viaje es menos incómodo con las maletas.
7. En un mundo ultra conectado, ¿cómo haces para mantenerte al margen de las modas sin quedarte atrás?
Ser original y creativo es vital hoy en día. Dejarte llevar por tu instinto de supervivencia creo que es clave para tener personalidad. A veces te equivocas, otras tomas el camino más largo, pero eso te da tu toque personal. Estar rodeado de gente que aporta y genera ideas también facilita el camino. A pesar de todo, creo que todas las modas nos impregnan en mayor o menor medida, y está bien dejarse influir “un poco” sin perder tu esencia.
8. ¿Sueles preparar tus sesiones o prefieres dejar más espacio para la improvisación?
Mi forma de mezclar requiere preparación sí o sí. Unas veces preparo más, otras algo menos. Cuando estás cogiendo partes y trozos de tracks para crear tu propio tema, haciendo remixes en tiempo real... la preparación de ciertas partes es fundamental. Pero la improvisación también es clave para acertar con matices del momento y darle intensidad o fluidez al set. Ambas son fundamentales.
9. ¿Qué espacio ocupa el club como lugar de libertad en tu forma de entender la música? ¿Crees que esa idea sigue viva?
Creo que sigue viva, pero no siempre. A veces el club depende de quién actúa esa noche, la fiesta que es, la marca que produce el evento o tu propia experiencia pasada. Debería ser un espacio de libertad total, pero seguir un guión tampoco tiene nada de malo.
10. Tienes un setup muy particular para tus performances, ¿puedes explicar cómo funciona y por qué lo haces así? ¿Cómo ha ido evolucionando hasta llegar a eso?
Actualmente hago un DJ live híbrido con Traktor y Live, utilizando la Model1 para mezclar ambos entornos. Uso cuatro tracks: unos para generar groove, otros intensidad, breaks, y otros para utilizar partes principales de un track, pero siempre dándoles un toque personal para que suene diferente al original. Ableton lo uso como caja de ritmos, para lanzar y secuenciar muestras como acapellas, sintes y procesar efectos.
Desde que empecé, siempre busqué esa parte creativa, hacer algo más que mezclar dos canciones. Al principio fueron tres Technics, luego tres CDJs + FX, hasta pasarme al ordenador y descubrir las posibilidades de usar un secuenciador mientras mezclaba. Poco a poco fui personalizando el proceso hasta tener un entorno propio que me hace sentir cómodo. Es pesado viajar con dos maletas, pero hasta ahora compensa.
11. Si tuvieras que elegir un momento reciente en el que hayas sentido que todo cuadraba —tú, el sonido, la pista, el lugar—, ¿cuál sería?
Sin ir más lejos, el pasado 12 de abril en Industrial Copera. Fueron seis horas de sesión en un All Night Long, y las dos últimas horas sentí que todos los que estábamos allí nos movíamos por la misma energía. Cuando ocurre, es indescriptible. Esas dos últimas horas fueron una auténtica conexión con el público. No tenías que acertar con ellos, ellos ya estaban listos para disfrutar de lo que tú quisieras proponer, y para mí eso, en ese contexto, es lo más.
12. ¿Qué importancia le das al contexto donde pinchas? ¿Te condiciona el club, el horario, el público?
Claro que me condiciona. Siempre intento acertar, no solo dar lo mejor de mí, sino también entender en qué posición estoy. Tocar en un club para 500 personas o en un festival para 5000 cambia mucho. Tocar a la 1 o a las 7 también es muy diferente. Seguro que hay artistas que tocan igual en cualquier situación, cosa que respeto y admiro, pero para mí cada contexto requiere un enfoque distinto.
13. ¿Te apetece hablar del drama de hace un par de semanas con tu material en el tren?
Uppssss :( Aunque ya está superado… es cierto que me tocó fibras sensibles. Siempre me ha gustado frikear con cámaras, tener buen equipo y ser autosuficiente sin depender de filmakers cada finde. Ese fin de semana estrenábamos una cámara nueva, que mejor no contar lo que costó… Claro, tener que comprar dos cámaras con su respectivo objetivo (la que me robaron y la actual) ¡pica! Y que te la quiten casi delante de tu cara sin darte cuenta... ¡pica aún más! Eran profesionales: entraron en el AVE de vuelta de Andorra, abrieron mi mochila, sacaron las cámaras y dejaron la mochila intacta. No me di cuenta hasta que llegué a mi coche. Triste que exista gente así, pero ya es agua pasada y ahora voy más atento.
14. Si mañana tuvieras que dejar de pinchar, ¿qué es lo que más echarías de menos?
Difícil decir una sola cosa, pero creo que sería esa conexión con el público de la que hablábamos antes. Hay algo que no se puede comprar con dinero ni explicar con palabras: esa sensación de conectar con gente que puede conocerte o no, pero que a través de tu expresión musical logras hacerles sentir algo. Esa conexión, esa energía —llámalo como quieras—, es pura magia, y sería lo que más echaría de menos.