Entrevistamos a Envel: del anonimato al directo como declaración artística
"Para mí el live es presencia. Es estar ahí, con la gente, creando algo único que solo pasa una vez."

Envel lleva más de diez años trabajando detrás de las escenas como ghost producer, moldeando sonidos para otros sin que su nombre sonara en cabina. Pero todo cambió en 2021, cuando una crisis personal le empujó a dejar esa sombra y empezar a mostrar lo que realmente llevaba dentro. Who Am I es el resultado de ese proceso: un álbum que mezcla techno melódico, indie dance y house progresivo, que suena sincero y alejado de fórmulas. Su proyecto apuesta por el directo y la conexión real con el público, cantando sus propias canciones y jugando con la improvisación. En esta entrevista nos cuenta cómo fue ese salto de la sombra a la luz, el peso de la vulnerabilidad y qué planes tiene para los próximos meses.
Has pasado más de diez años como ghost producer. ¿Cómo se vive tanto tiempo creando en silencio para otros?
Durante todos esos años tuve que buscarme la vida, como cualquier otro. Ya llevaba tiempo creando librerías de samples en mi sello, Cognition Strings, pero apareció la oportunidad de hacer música para otros artistas y ayudarles a dar forma a su sonido. Técnicamente fue una escuela brutal, pero emocionalmente siempre sentía que una parte de mí se quedaba en la sombra. Gané oído, disciplina y experiencia, sí, pero también aprendí a convivir con ese silencio interno… con esa parte que me pedía salir y no se lo permitía.
En 2021 algo cambió radicalmente. ¿Qué ocurrió para que decidieras dejar atrás las sombras y empezar a mostrar tu verdadero yo?
Fue un golpe fuerte. Sufrí una enfermedad en la espalda que me dejó sin poder caminar, sin poder vivir la vida como hasta entonces. Fue una crisis total, física y emocional. Me vi obligado a parar, a quedarme quieto… y ahí, en esa vulnerabilidad absoluta, me enfrenté a todo lo que llevaba años evitando. Me di cuenta de que había estado escondiéndome de mí mismo, y entendí que no podía seguir así.
Esa crisis personal se transformó en música. ¿Cómo fue ese proceso de canalizarlo todo en un álbum como Who Am I?
Fue un proceso muy natural, casi terapéutico. Un viaje hacia dentro que fue tomando forma canción a canción. Cada track nació de una emoción concreta: inseguridad, miedo, esperanza, gratitud... No pensé en géneros ni estilos. Solo dejé que saliera lo que sentía, sin filtros. Who Am I es eso: la banda sonora de mi transformación personal, de todo lo que llevaba guardado dentro y por fin tuvo espacio para salir.
Who Am I suena casi como un manifiesto artístico y vital. ¿Qué respuestas encontraste en ti mismo al crear este disco?
La más importante fue entender que no necesito esconderme más. Encontré mi voz, literal y metafóricamente. Descubrí que desde mi verdad, sin máscaras, es donde realmente puedo emocionar. Este disco me enseñó que ser uno mismo, con todo lo que eso implica, es la mayor fortaleza que tenemos. La vulnerabilidad no es debilidad, es poder.
El directo es ahora tu seña de identidad, incluso en tu alias, @envel.live. ¿Qué representa para ti subirte al escenario con un live en una escena dominada por el formato DJ?
Para mí el live es presencia. Es estar ahí, con la gente, creando algo único que solo pasa una vez. No se trata de pinchar canciones, sino de reinterpretarlas, de vivirlas cada noche de una forma diferente. Me gusta el riesgo, la libertad que te da saber que nada está del todo bajo control. Cada show es irrepetible, y esa adrenalina me conecta de verdad con la gente y conmigo mismo.
Cantas tus propias canciones delante del público. ¿Fue algo que siempre tuviste claro o un paso que costó dar?
Fue el paso más duro y a la vez el más liberador. Siempre quise cantar, pero durante años me lo prohibí por miedo, por esas voces de fuera —y de dentro— que te dicen que no puedes, que no eres suficiente. De adolescente hice unas clases de canto, pero lo dejé porque unos familiares me dijeron que para qué, que yo no tenía voz… Esa herida la llevé muchos años. Hasta que un día me atreví… y fue el acto más liberador de mi vida.

En temas como ‘Another Like Me’ o ‘Feel Better’ hay una búsqueda melódica muy personal. ¿Cómo es tu proceso de producción cuando el objetivo no es solo hacer bailar, sino contar una historia?
Siempre parto de una emoción. De mi práctica diaria en el piano salen ideas, bocetos que a veces se convierten en canciones. La armonía y la melodía son las que mandan. Me dejo llevar por lo que siento en ese momento y después construyo el ritmo que lo sostiene. Nunca busco encajar en nada. Solo dejo que lo que llevo dentro salga, sin pensar si es bailable o no.
‘If You Come’, junto a Blanca Ross, marca un punto de inflexión emocional y sonoro. ¿Qué hizo especial esa colaboración?
Con Blanca hay una conexión brutal, casi sin hablar. Fue ella quien, sin saberlo, me ayudó a sacar por primera vez mi voz interior. Recuerdo que después de verla tocar y cantar en mi estudio, me emocionó tanto que, cuando se fue, me salieron de golpe las melodías y palabras de ‘If You Come’. Se la enseñé días después… y le encantó. Yo no podía creérmelo. Es una canción que no pretende encajar en ningún estilo. Solo es sentimiento puro, hecho música.
Tu sonido combina techno melódico, indie dance y house progresivo, pero no suena genérico ni predecible. ¿Cómo logras construir una identidad sonora propia sin perder la conexión con la pista?
Desde siempre escuché todo tipo de música: heavy, grunge, pop, dance, rock, blues, jazz... Pasé años intentando encajar en un estilo, hasta que entendí que lo mío no era encajar, era emocionar. Uso armonías que vienen más del pop o del indie, pero con estructuras de electrónica. Para mí la clave está en encontrar ese equilibrio entre emoción y energía, entre el corazón y la pista.
Sabemos que vienen fechas importantes. ¿Qué puedes adelantarnos sobre tus próximos bolos y lanzamientos?
Estoy preparando shows muy especiales, donde cada directo será una experiencia completa. He aceptado que necesito mostrar mis dos caras: la más indie y la más club. Incluso creo canciones nuevas solo para cada show, para que sean realmente únicos.
Además, vienen nuevos singles que expanden el universo de Who Am I, y el lanzamiento en uno de mis sellos favoritos: Einmusika, de Samuel (Einmusik). También habrá remixes y colaboraciones inesperadas. Siento que estoy en uno de los momentos más plenos de mi vida, tanto creativa como personalmente.
Después de todo este recorrido, ¿cómo definirías al artista que eres hoy?
Hoy me defino como yo mismo, sin más. Me siento libre, sin miedo a mostrarme tal como soy. Soy productor, cantante, performer, profesor… pero, sobre todo, soy alguien que se encontró a sí mismo a través de la música. Es mi forma de sanar, de compartir, de conectar… Desde mi verdad.