El universo íntimo de 22 Recordings y su proyecto 'Integrity'
Hablamos con Marine y Cruz, responsables de este proyecto que está dando que hablar en el underground barcelonés

Algunas etiquetas se quedan cortas. Es el caso de 22 Recordings, que va mucho más allá de ser únicamente un sello discográfico. En realidad, este proyecto con base en Barcelona es un tejido vivo de vínculos, emociones, selecciones cuidadosas y una visión tan personal como expansiva. Nacido entre vinilos, demos familiares y un enamoramiento que fue más allá de lo romántico, 22 Recordings se convirtió con el tiempo en un núcleo sonoro que hoy también late físicamente a través de Integrity, una tienda de discos que es mucho más que eso: un punto de encuentro, un laboratorio de comunidad y una extensión natural de su universo. Hablamos con Marine y Cruz, las almas detrás del proyecto, para conocer más sobre su historia, sus desafíos, su visión del underground y ese fuego que les mueve ahora más que nunca.
¿Cómo y cuándo nació 22 Recordings? ¿Qué os motivó a iniciar el sello?
Marine: 22 Recordings nació en el primer mes de nuestra relación. Tan pronto nosconocimos, compartimos unos demos que me había enviado mi tío, David Ouvry, un gran artista que formó parte de Junesex a finales de los 90 y principios de los 2000, además de lanzar proyectos solistas como Gonzo. Escuchándolos juntos, descubrimos un montón de tracks inéditos que nos entusiasmaron muchísimo y nos dieron ganas de editarlos en vinilo. Por distintas razones, ese primer disco nunca llegó a ver la luz... pero fue el impulso que nos llevó a darle forma a 22. Desde entonces, no paramos. Todavía tenemos la ilusión de que algún día ese álbum —nuestra primera motivación— finalmente pueda salir.
¿Quiénes están detrás del proyecto y cómo se conocieron?
Marine: Detrás de 22 Recordings estamos Cruz y yo, Marine. Además de ser los fundadores del sello, somos pareja y familia, junto a nuestra hija Alma. Conocí a Cruz una noche en la que él estaba pinchando en Perros Mediterráneos, un bar y disquería de Barcelona. Nuestra pareja y 22 empezaron casi al mismo tiempo, por eso para nosotros el sello está profundamente entrelazado con nuestra vida personal. Pero 22 Recordings es mucho más que nosotros dos: es toda la gente que nos acompaña, nos inspira y forma parte de este proyecto. Hace un tiempo sumamos a nuestro gran amigo Stefano Andriezzi, que hoy trabaja con nosotros como A&R y en nuestro side-project Integrity, y ojalá la familia siga creciendo.
¿Cuál fue la visión inicial y cómo ha ido evolucionando desde entonces?
Marine: La visión inicial que teníamos era muy simple: queríamos crear un sello de vinilo. Con el paso del tiempo, todo lo demás fue llegando de manera natural. Cada etapa y cada cambio que ha vivido el sello se convirtieron en un aprendizaje constante para nosotros. En este camino, tuvimos la suerte de conocer a artistas y amigos que no solo nos apoyaron, sino que también han influido en la evolución del proyecto y nos han ayudado a darle forma.

¿Cómo describiríais la identidad sonora de 22 Recordings? ¿Qué géneros y sensaciones lo definen?
Marine: La identidad sonora de 22 Recordings se fue construyendo de manera muy orgánica, a medida que fueron llegando las primeros demos. Siempre recordamos las primeras maquetas de A.M.Q.N, que sin duda nos dieron una nueva perspectiva sobre el sonido que queríamos para el sello. Fue el primer gran impulso, pero sabíamos que no sería el último. Desde el principio tuvimos muy claro que queríamos enfocarnos en el New Beat, en una atmósfera spooky, y sobre todo en la body music.
Hoy nos resulta difícil encasillar a 22 dentro de un par de géneros, especialmente porque sentimos la necesidad constante de explorar nuevos terrenos sonoros que nos generan emociones muy personales y profundas.
Cruz: A nivel personal he tenido influencias enormes que han marcado giros importantes en el catálogo de 22 —y estoy seguro de que seguirá siendo así. Trato de llevar de la mano mi carrera como DJ y mi trabajo como curador del sello. En estos últimos años he tenido la suerte de poder dedicarle mucho tiempo a la música, cosa que me ha permitido explorar en rincones profundos, casi ocultos, de la música moderna, pero sobre todo de la escena de finales de los 80, que terminó dejando una huella muy fuerte en el camino que 22 sigue hoy.
¿Cómo seleccionan los discos que lanzan? ¿Qué tiene que tener un track para formar parte del sello?
Marine: Nuestra forma de seleccionar música es bastante dinámica y va cambiando según el momento. Entre Marine y yo llevamos adelante otros proyectos y responsabilidades, por lo que las circunstancias en las que escuchamos las demos varían mucho. Pero hay algo que siempre se mantiene: la música tiene que acompañarnos en esos momentos de vida; si el feeling está, lo sabemos enseguida.
A veces nuestro A&R, Stefano, nos acerca propuestas siguiendo una fórmula más pensada, otras veces armamos los discos entre todos, y otras surgen a partir de encuentros personales que se transforman en conexiones muy profundas —que, de hecho, son el pilar fundamental de 22.
Siento que hemos tenido muchísima suerte de cruzarnos con artistas increíblemente talentosos y, sobre todo, grandes personas. También hemos cometido errores, pero fueron aprendizajes que nos hicieron crecer mucho como sello. Para nosotros es fundamental que los tracks transmitan algo real: que la emoción que generen se pueda sentir tanto en la intimidad de una casa como en la energía de un club.

¿Cómo describiríais la identidad sonora de 22 Recordings? ¿Qué géneros y sensaciones lo definen?
Marine: La identidad sonora de 22 Recordings se fue construyendo de manera muy orgánica, a medida que fueron llegando las primeros demos. Siempre recordamos las primeras maquetas de A.M.Q.N, que sin duda nos dieron una nueva perspectiva sobre el sonido que queríamos para el sello. Fue el primer gran impulso, pero sabíamos que no sería el último. Desde el principio tuvimos muy claro que queríamos enfocarnos en el New Beat, en una atmósfera spooky, y sobre todo en la body music.
Hoy nos resulta difícil encasillar a 22 dentro de un par de géneros, especialmente porque sentimos la necesidad constante de explorar nuevos terrenos sonoros que nos generan emociones muy personales y profundas.
Cruz: A nivel personal he tenido influencias enormes que han marcado giros importantes en el catálogo de 22 —y estoy seguro de que seguirá siendo así. Trato de llevar de la mano mi carrera como DJ y mi trabajo como curador del sello. En estos últimos años he tenido la suerte de poder dedicarle mucho tiempo a la música, cosa que me ha permitido explorar en rincones profundos, casi ocultos, de la música moderna, pero sobre todo de la escena de finales de los 80, que terminó dejando una huella muy fuerte en el camino que 22 sigue hoy.
¿Cómo seleccionan los discos que lanzan? ¿Qué tiene que tener un track para formar parte del sello?
Marine: Nuestra forma de seleccionar música es bastante dinámica y va cambiando según el momento. Entre Marine y yo llevamos adelante otros proyectos y responsabilidades, por lo que las circunstancias en las que escuchamos las demos varían mucho. Pero hay algo que siempre se mantiene: la música tiene que acompañarnos en esos momentos de vida; si el feeling está, lo sabemos enseguida.
A veces nuestro A&R, Stefano, nos acerca propuestas siguiendo una fórmula más pensada, otras veces armamos los discos entre todos, y otras surgen a partir de encuentros personales que se transforman en conexiones muy profundas —que, de hecho, son el pilar fundamental de 22.
Siento que hemos tenido muchísima suerte de cruzarnos con artistas increíblemente talentosos y, sobre todo, grandes personas. También hemos cometido errores, pero fueron aprendizajes que nos hicieron crecer mucho como sello. Para nosotros es fundamental que los tracks transmitan algo real: que la emoción que generen se pueda sentir tanto en la intimidad de una casa como en la energía de un club.
¿Cómo describiríais la identidad sonora de 22 Recordings? ¿Qué géneros y sensaciones lo definen?
Marine: La identidad sonora de 22 Recordings se fue construyendo de manera muy orgánica, a medida que fueron llegando las primeros demos. Siempre recordamos las primeras maquetas de A.M.Q.N, que sin duda nos dieron una nueva perspectiva sobre el sonido que queríamos para el sello. Fue el primer gran impulso, pero sabíamos que no sería el último. Desde el principio tuvimos muy claro que queríamos enfocarnos en el New Beat, en una atmósfera spooky, y sobre todo en la body music.
Hoy nos resulta difícil encasillar a 22 dentro de un par de géneros, especialmente porque sentimos la necesidad constante de explorar nuevos terrenos sonoros que nos generan emociones muy personales y profundas.
Cruz: A nivel personal he tenido influencias enormes que han marcado giros importantes en el catálogo de 22 —y estoy seguro de que seguirá siendo así. Trato de llevar de la mano mi carrera como DJ y mi trabajo como curador del sello. En estos últimos años he tenido la suerte de poder dedicarle mucho tiempo a la música, cosa que me ha permitido explorar en rincones profundos, casi ocultos, de la música moderna, pero sobre todo de la escena de finales de los 80, que terminó dejando una huella muy fuerte en el camino que 22 sigue hoy.
¿Cómo seleccionan los discos que lanzan? ¿Qué tiene que tener un track para formar parte del sello?
Marine: Nuestra forma de seleccionar música es bastante dinámica y va cambiando según el momento. Entre Marine y yo llevamos adelante otros proyectos y responsabilidades, por lo que las circunstancias en las que escuchamos las demos varían mucho. Pero hay algo que siempre se mantiene: la música tiene que acompañarnos en esos momentos de vida; si el feeling está, lo sabemos enseguida.
A veces nuestro A&R, Stefano, nos acerca propuestas siguiendo una fórmula más pensada, otras veces armamos los discos entre todos, y otras surgen a partir de encuentros personales que se transforman en conexiones muy profundas —que, de hecho, son el pilar fundamental de 22.
Siento que hemos tenido muchísima suerte de cruzarnos con artistas increíblemente talentosos y, sobre todo, grandes personas. También hemos cometido errores, pero fueron aprendizajes que nos hicieron crecer mucho como sello. Para nosotros es fundamental que los tracks transmitan algo real: que la emoción que generen se pueda sentir tanto en la intimidad de una casa como en la energía de un club.
