Como hacer tu propio sello discográfico DIY
Si al final del camino no te haces rico, pero miras tu catálogo y piensas “esto soy yo”… ya está. Has ganado.
Montar un sello propio puede sonar una tarea sencilla: te abres un Bandcamp, subes un par de tracks y listo, ya eres label owner. Pero la realidad va bastante más allá. Un sello DIY que funcione no es un trámite administrativo ni un capricho impulsivo: es crear un mundo imaginario, una identidad sonora, un concepto artístico y un espacio para aportar a tu escena. Es dejar una impronta, construir algo que tenga sentido en tu comunidad y, a la vez, impulsar tu carrera y la de tus artistas.
Cualquiera puede montar un sello desde cero, pero que ese sello siga vivo años después, que tenga coherencia y que, al mencionarlo en tu escena, la gente lo reconozca… ahí está la magia. Por eso, aquí tienes una serie de consejos que no te prometen el éxito —nadie puede hacerlo— pero sí la satisfacción personal, que al final es lo que sostiene cualquier proyecto cultural.
El nombre
El nombre de tu sello es una de las decisiones más importantes. La música puede cambiar, tú puedes cambiar, tu catálogo puede expandirse hacia territorios inesperados… pero el nombre se queda. Es tu personalidad congelada.
Por eso, búscalo en lo más profundo: ¿qué te define realmente?, ¿cuál es la estética de tu universo musical?, ¿qué valores quieres transmitir?,…
Si le pones Dark Blood, ya estás marcando un territorio sonoro. Si le pones Housemasters, te estás comprometiendo con un género concreto. No necesitas que sea literal, pero sí que tenga sentido en relación a lo que creas.
Cuando encuentres el nombre correcto, lo vas a sentir. No hace falta forzarlo.
El formato
Una vez tengas el nombre, toca decidir cómo vas a publicar tu música. Y aquí aparece la primera gran decisión: ¿digital, vinilo o ambos?
Digital
Tienes varias opciones: Bandcamp, distribuidora digital o ambos.
→ Bandcamp
Una de las plataformas clave del ecosistema underground. Aquí se mueven DJs, coleccionistas, melómanos y gente que busca música sin algoritmos ni intermediarios.
Tiene diversas ventajas, entre ellas: el control total de tu catálogo, la mayor parte de los ingresos te llega directamente y, —como plus— te pagan rápido (48h) y el margen de beneficio es mayor, puedes construir una comunidad real y puedes experimentar con precios, “name your price”, descargas gratuitas, bundles, merchandising, etc.
Pero ojo: Bandcamp no funciona solo. Hay que mover el primer EP como si fuera tu propio hijo: regalar códigos, compartir previas, conectarlo con medios y premiers,… Y aceptar que tus primeros compradores serán personas que probablemente nunca te vieron en Instagram.
→ Distribuidora digital
Si quieres que tu música aparezca en Spotify, Apple Music, Beatport, Deezer, Traxsource y demás plataformas, necesitas una distribuidora.
Hay varias distribuidoras populares como, por ejemplo: DistroKid, Label Engine, Repost Network, Symphonic, OneRPM, Altafonte (muy presente en España), Believe o Kuroneko Digital. Funcionan por porcentaje o cuota anual. Algunas te permiten usar Bandcamp por tu cuenta, otras lo integran.
Vinilo
Aquí empieza el terreno más analógico, romántico y complejo.
Tienes dos opciones: trabajar con una distribuidora de vinilo o con una fábrica directamente.
→ Distribuidoras de vinilo
Si tu sonido encaja en la cultura del vinilo, puedes enviar tu música a distribuidoras especializadas. En España y Europa hay varias muy conectadas con la escena electrónica: Subwax Distribution (Barcelona), Outside In Distribution, Lírica Archives, Memoria Records, R.A.N.D MUZIK (fabrica) o Runas Distribution.
Cada una trabaja distinto, por lo que hay diferentes modelos:
Servicio de distribución.
Tú gestionas la fabricación directamente pagando por tu cuenta, le envías los discos a la distribuidora que las vende a tienda y te paga por copia vendida. Tú cubres la fabricación completa y te quedas todas las ganancias. Control absoluto.
P&D (Press & Distribution). Esto es oro si te lo ofrece. La distribuidora adelanta los costes de la fabricación completa, gestiona el planchado de discos con la fábrica, lo distribuyen y —una vez recuperen el adelanto o préstamo—, pueden darte un porcentaje de las ventas o un precio por copia vendida. Pero incluso con un P&D, tu trabajo no desaparece: tú sigues encargándote del mastering, del artwork, del concepto, del contacto con artistas… básicamente de todo lo creativo.
P&D hibrido. Sería como el anterior pero los gastos de fabricación no son adelantados al 100%. Ambas partes ponen dinero para fabricar el disco y luego dividen ganancias.
→ Fabricar y distribuir por tu cuenta
Si quieres control total —y también mucho más trabajo— puedes ir directo a fábrica. Al no pasar por el distribuidor, los márgenes de beneficio suben, pero no te garantiza vender más y la gran mayoría de tiendas prefieren trabajar con distribuidoras porque pueden comprar discos de varios sellos. De esta manera, abaratan los gastos de envío.
Algunas fábricas de vinilo son: Mad VR (Madrid), Record Industry (Holanda), Mother Tongue(Italia), Phonopress (Italia), MPO (Francia), Vinyl De Paris (Francia), Optimal (Alemania), R.A.N.D. Muzik (Alemania), Kuroneko (Polonia), Press Play (España), Krakatoa (España), Intakt (Alemania), Objects (Alemania) o Disker (España).
Identidad
Aquí ya nos tiramos de cabeza a un lago lleno de posibilidades. La identidad de tu sello no es solo el artwork: es el sonido, el concepto detrás de cada release, el tipo de artistas que fichas, cómo hablas hacia afuera, la estética visual,…
No copies, pero inspírate. Mira sellos que te gusten. Piensa: ¿qué tienen en común? ¿Qué te hace sentir su música y su diseño?.
Consejo fundamental: trabaja con un diseñador que entienda tu universo. Y sí, puedes usar IA como apoyo o boceto, pero hacer el arte entero con IA mata cualquier personalidad. A largo plazo, se nota. Mucho.
Promoción
Vale, ya tienes nombre, formato, identidad y la música lista. Ahora… ¿cómo lo haces llegar al mundo? Hay diferentes maneras, te las explico a continuación.
· Premieres/reviews
Busca canales que representen tu sonido y escríbeles mensajes personalizados. No “hola, bro, aquí mi EP”, sino quién eres, cuál es tu concepto y por qué ese track encaja en su canal. Link de SoundCloud privado. Sin descarga. Siempre.
· Plataformas principales
Hoy en día, tu tríada para existir es YouTube, SoundCloud e Instagram. Si la música es buena y hay un concepto detrás, varios canales te van a querer publicar.
· Enviar promos a DJs
No lo hagas al tuntún. Esa época murió. Piensa: ¿este DJ realmente pincha este tipo de música?, ¿en qué momento podría sonar?, ¿encaja en su identidad artística?,… Cada track tiene su DJ ideal. Encontrarlo es clave para que un EP se mueva.
Al final del día…
Montar un sello DIY no es solo sacar música: es construir una cultura, un espacio, una familia creativa. Lleva trabajo, constancia y cabeza, pero también satisfacción, comunidad y momentos que no se compran.
Si al final del camino no te haces rico, pero miras tu catálogo y piensas “esto soy yo”… ya está. Has ganado.
