El regreso de Random Factor: entrevista exclusiva con Carl Finlow
“Nunca he perseguido modas. Sigo haciendo lo mío, esté de moda o no.”

En los márgenes más expresivos de la música electrónica, hay nombres que se mantienen como referentes por su autenticidad, su visión y su capacidad de transformación. Uno de ellos es Random Factor, alias del productor británico Carl Finlow, una figura fundamental en el desarrollo del electro moderno y el sonido de culto del mítico sello 2020 Vision.
Activo desde finales de los noventa, Random Factor marcó una etapa dorada para el electro-house y el deep tech con discos que equilibraban elegancia melódica y una estructura rítmica compleja, sin perder nunca una sensibilidad pop latente. Temas como 'Broken Mirror', 'What I Need' o 'Unlock the Secrets' definieron una estética emocional y futurista que, aún hoy, influye a productores de todo el mundo.
Pero en su punto más alto, Finlow decidió dejar atrás este alias para centrarse en su exploración más cruda del electro, bajo nombres como Silicon Scally o simplemente como Carl Finlow. Fueron quince años de silencio bajo el nombre de Random Factor… hasta ahora.
Después de atravesar una experiencia cercana a la muerte en 2022, Finlow regresó con una fuerza creativa arrolladora. En apenas un mes, compuso más de treinta temas cargados de emociones acumuladas durante su hospitalización. De ese renacer surgió The Fervent EP, y más tarde una conexión renovada con 2020 Vision, hoy más abierto al electro que nunca. Así, casi como un acto inevitable, Random Factor volvió a la vida, y con él, un nuevo capítulo de una historia que parecía cerrada.
En esta entrevista, Carl Finlow repasa los motivos detrás del regreso del proyecto, su evolución artística, su vínculo con la tecnología y su mirada sobre el estado actual del electro. Una conversación sincera con un artista que siempre fue contracorriente, y que ahora regresa más inspirado que nunca.
Recientemente has vuelto a presentarte como Random Factor después de 15 años. ¿Qué te llevó a revivir ese alias ahora?
Hace 15 años decidí terminar con Random Factor porque me estaba metiendo de lleno en lo que consideraba electro puro. En ese momento, 2020 Vision seguía lanzando música house, y como ya no me interesaba tanto, sentí que era el momento adecuado para dejarlo.
En 2022 enfermé gravemente y estuve hospitalizado durante cuatro meses. Ahora estoy bien, pero eso me dejó sin escribir música durante unos seis meses. De repente, un día, la música explotó dentro de mí y escribí unos 30 temas en un mes. Había muchas emociones reprimidas por la experiencia en el hospital, así que mi mente liberó mucha energía.
El primer disco de ese período fue The Fervent EP en Elypsia Records. Mandé la mayoría de los otros temas a Ralph de 2020 Vision, sabiendo que ahora también publican electro. Le encantaron, y me propuso probar añadiéndole voces. Todo sucedió muy rápido y los dos coincidimos en que podría ser un nuevo proyecto como Random Factor. Así que, literalmente, Random Factor resurgió de las cenizas.
Ahora que Random Factor está de vuelta —y esperemos que para quedarse—, ¿qué sigue bajo ese nombre?
Estoy haciendo shows en directo otra vez como Random Factor, y he montado un set especial de 90 minutos con 30 años de música del proyecto, desde Broken Mirror hasta material nuevo del álbum Silencer de 2024. Ha sido increíble tocar en estos conciertos, y muchos fans se acercan incluso cantando las canciones.
También he pasado por otro periodo de mucha inspiración y ya he mandado unos 20 temas nuevos a Ralph, así que estamos planeando un nuevo álbum :)
Para quienes conocemos tu música, es fácil identificar tus diferentes alias, pero ¿cómo los diferencias cuando estás en el estudio?
Generalmente no tengo un plan cuando me siento a hacer música. Empiezo desde cero y trabajo en varias ideas al mismo tiempo. Hago un boceto musical, lo trabajo una hora, y luego paso a otro. A veces termino con 30 o 40 proyectos en una carpeta.
Cuando siento que tengo suficiente material, empiezo a decidir qué se salva y qué va a la papelera. En ese momento defino si es Silicon Scally, Carl Finlow o ahora quizás Random Factor.
Trato de quedarme con unas 16 piezas para desarrollarlas a fondo y convertirlas en canciones listas para estructurar. Con el nuevo material de Random Factor fue distinto, porque esta vez sí fue una decisión consciente hacer un nuevo álbum.

Has trabajado tanto en solitario como en colaboración. ¿Qué te aporta cada formato creativamente hablando?
Las colaboraciones fueron hace bastante, cuando vivía en el Reino Unido. Ahora estoy solo en el sur de Francia, así que no es fácil colaborar.
En esa época, en el estudio The Farm, trabajaba con varios DJs y amigos. Yo era el músico, el productor y quien manejaba todo el equipo y el software, así que era un proceso interesante: traducir sus ideas a las máquinas.
Trabajar solo es más fácil porque ya conozco todo el proceso y no tengo que pensar en la tecnología. Eso me permite concentrarme al 100% en la música.
En entrevistas anteriores dijiste que hacer música sin un objetivo específico es muy gratificante, incluso si no se publica. ¿Crees que esa mentalidad ha cambiado con la presión de las redes y los lanzamientos constantes?
Me cuesta opinar sobre otros productores porque no sigo a nadie, para ser honesto. Casi nunca escucho música actual porque estoy muy ocupado creando la mía. Escucho cosas nuevas cuando pincho en clubes, pero fuera de eso, no sé quién hace qué.
Estoy en redes sociales para anunciar lanzamientos, pero nunca me ha interesado ser muy visible ni perseguir “likes”. Nunca he corrido detrás de esa zanahoria, y creo que eso me ha permitido seguir siendo algo así como una anomalía interesante.
20:20 Vision se ha vuelto clave en la escena electro-house. ¿Cuál es tu relación actual con el sello?
Como mencioné, estamos trabajando juntos otra vez. Aunque Random Factor se había pausado, ellos siguieron lanzando material como Silicon Scally.
Ahora que se cumplen 30 años del sello, estamos muy activos revisando el catálogo, reeditando algunos lanzamientos clásicos y haciendo eventos tipo Full Circle con Ralph Lawson, Random Factor y amigos tocando juntos. Está siendo una etapa muy intensa y muy bonita.
Imagino que el nombre 20:20 Vision reflejaba cómo veíais el futuro de la electrónica en aquel momento pero, ¿cuál es su verdadero origen?
Salió por casualidad. Estábamos en el estudio The Farm grabando un track en una DAT e hicimos una toma larga con nuestras máquinas analógicas. Al parar la cinta, el contador marcaba 20:20. Nos pareció una señal, ya que estábamos buscando un nombre para el sello. Así nació la idea de 2020 Vision.
Pasaste 15 años produciendo solo con ordenador. ¿Cómo ha evolucionado tu flujo de trabajo? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas?
En The Farm teníamos muchísimo equipo analógico, era un paraíso. Pero cuando me mudé a París, vendimos casi todo (¡mala decisión!). Hasta 2013 trabajé con una sola Mac.
En 2015 nos mudamos al sur de Francia, compramos una casa grande y pude montar un estudio. Volví a comprar equipos analógicos y digitales, y armé un sistema híbrido. Pensé que sería como una varita mágica para mi música, pero no fue así. Fue divertido, sí, pero el software ha avanzado tanto que siempre termino volviendo a él.
Hoy escribo casi todo en mi MacBook Air.
¿Cómo es tu estudio actualmente? ¿Qué herramientas son esenciales para ti hoy en día?
Aunque tengo algunas máquinas, el software sigue siendo clave. Uso Bitwig Studio, la colección V de Arturia, los sintes de Cherry Audio y Omnisphere de Spectrasonics.
El plugin Infiltrator 2 de Devious Machines es increíble. Si tuviera que quedarme con solo uno en una isla desierta, sería ese.
También conservo un Behringer Model D (clon del Minimoog) y un Arturia MicroFreak, uno analógico y otro digital.
Me gusta probar distintas grooveboxes. He probado Octatrak, MPC, TR8s... y ahora estoy por recibir un Roland SP-404 MK2. ¡Quizá ese sea el definitivo!
Hablando de Bitwig Studio, ¿qué te hizo cambiar a ese DAW después de tantos años usando otros programas?
Empecé a escribir música con ordenador en 1986, usando un Sinclair Spectrum 48k conectado a un Roland Juno 106. Pasé por Amiga, luego Cubase en Mac, y estuve usando Ableton Live durante 17 años.
Pero cuando volví a trabajar con equipos analógicos, empecé a tener problemas con el jitter de MIDI en Live, y eso me frustraba mucho. Leí que Bitwig Studio tenía mejor estabilidad MIDI, así que probé el demo… y fue una revelación.
Me pareció más preciso y con muchas funciones creativas. Lo desarrolló parte del equipo original de Ableton, así que tiene similitudes, pero también cambios radicales. Para mí fue como pasar de conducir un Audi a un Porsche GT3.
Bitwig tiene unos "moduladores" que puedes asignar a cualquier parámetro, como un LFO que controle el Dry/Wet de un plugin viejo y lo transforme en algo completamente nuevo. Y puedes encadenar moduladores entre sí para resultados aún más locos.
También incluye The Grid, un entorno modular tipo Reaktor donde puedes construir tus propios sintetizadores y efectos.
Lo uso para mis directos también, porque es muy estable: si un plugin falla, Bitwig sigue funcionando y puedes reiniciarlo sin que se detenga todo. Lo recomiendo muchísimo.
¿Cómo ves la evolución del electro en los últimos 20 años? ¿Qué opinas de su reciente regreso en festivales y sellos?
El electro es curioso, va y viene. El house y el techno siempre están ahí, pero el electro tiene ciclos.
Como nunca he seguido modas, no me afecta mucho. Yo sigo haciendo lo mío, esté de moda o no.
Me encanta ver que hay más electro en festivales. En España siempre ha tenido muy buena acogida: he tocado en fiestas increíbles en Madrid, Barcelona, Bilbao, Asturias… ¡he recibido mucho cariño del público español!
¿Qué te motiva a seguir haciendo música hoy en día?
La música es la parte más profunda de mi alma. Es mi forma de expresar emociones.
Es un arte muy peculiar y siento una gran curiosidad por explorarlo, especialmente en cuanto al diseño sonoro y cómo todo se puede crear con ordenadores.
Esa complejidad me fascina. Busco la perfección en ese proceso, y como nunca se termina, siempre me inspira.
Mientras la gente siga disfrutando lo que hago, seguiré haciéndolo. ¡No tengo planes de retirarme!
