ENTREVISTAMOS Y ESTRENAMOS EN EXCLUSIVA EL NUEVO VIDEOCLIP DEL DANÉS ELIAS BENDIX: ‘REVOLUTION’
El track estará incluido en su álbum de debut que saldrá en el último tramo de este año
Se trata del colorista y ecléctico artista danés Elias Bendix, quien es todo un trotamundos (ha vivido incluso en España) y ha tocado con bandas de Nueva Orleans, asistido a fiestas hippies en la selva mexicana, además de haber actuado nada menos que con el provocador genio de Mineápolis, el genio purpura Prince. Su residencia y educación en Francia e Italia también añade sabores a su peculiar propuesta. Se trata de un explorador que se toma al pie de la letra lo de convertir su música en un viaje de constante descubrimiento. Texturas electrónicas, neodisco, acid funk y synthpop corren por sus venas. Una especie de Jamiroquai nórdico con las hechuras de Todd Terje. Su principal misión a día de hoy: unir a las personas a través de un sonido sin prejuicios.
DESCUBRE EN EXCLSUIVA SU VIDEOCLIP: ‘REVOLUTION’
Cuéntanos Elias, de dónde eres y cómo fue que el gusanillo de la música comenzó a devorarte por dentro hasta convertirte en el artista que eres ahora.
Soy de raíces danesas. Pero la mayor parte de mi vida la viví fuera de Dinamarca - crecí de hecho entre Francia e Italia- y luego sí que terminé la escuela en el país escandinavo.Cuando tuve la oportunidad me mudé a España – Madrid y Valencia- y luego a Buenos Aires. Creo que la música ha sido mi refugio favorito, mi forma de encontrar gente y hacer nuevas amistades, y sobre todo una manera de aprender idiomas. Recuerdo que cuando me mudé de Francia a Italia, tenía 11 años, y tuve que aprender rápidamente a hablar el italiano. Compartí discos para descubrir con quiénes tenía gustos musicales similares. De hecho comencé una banda de rock. Tuve mi primer concierto cuando tenía tan solo 13 años. Mentí a mi padre al fingir que salía realmente para ir a jugar al tenis: En realidad había guardado la guitarra en mi maleta más ligera. Cogí un par de autobuses diferentes para tocar con los amigos en una fiesta de cumpleaños. Me di cuenta de que no sería la última vez y empecé a practicar en serio. Mi tío, que es músico y productor, también ha tenido, y de hecho aún lo tiene, un impacto muy importante sobre mi música.
Aseguran que viajar nos hace más tolerantes. Que por supuesto vivir en diferentes rincones del mundo nos hace incluso evolucionar a la vez que nos integramos en su gente y su cultura ¿ha sido este tu caso? Porque si no nos equivocamos has residido en unas cuantas ciudades del mundo… ¿qué te aportó cada lugar y su entorno?
Definitivamente creo que sí, el viajar me ha hecho ser más abierto y más curioso con respecto a otras culturas. Me dio una perspectiva. Tal vez yo era el mejor guitarrista de mi propio pueblito, pero en una ciudad más grande no era nadie. Cuando chaval andaba de mudanza todo el rato entre grandes ciudades y pueblecitos con varias subculturas. En la pequeña Montepulciano, en Italia, me prestaban atención y brindaban mucha confianza por ser diferente en cuanto a la apariencia y a la hora de tocar la guitarra. Existía por lo general una gran solidaridad. En Montepulciano todos tienen el deber y el deseo de ayudarse mutuamente. En ciudades más grandes como Burdeos, Copenhague o Buenos Aires existe un mayor anonimato entre sus gentes. Pero allí también tuve la oportunidad de encontrar subculturas que ofrecían justo lo que necesitaba.
Precisamente en Valencia está filmado el videoclip que estrenamos hoy mismo ¿en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, verdad? Nos cuentas por favor cuándo y cómo fue el rodaje… a simple vista parece que es un DIY en toda regla ¿Suelen ser así siempre tus vídeos?
Me mudé a Valencia para terminar mi educación musical en el Berklee College of Music. Este está situado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Se trata de un lugar que pone patas arriba la imaginación, la creatividad y la ciencia. Se revoluciona la mente. Arquitectónicamente, todo el interior está del revés. Realicé mucho material fotográfico y jugué con mi identidad creativa durante aquel período, así que cuando tuve que ponerme a filmar un video musical para “Revolution”, no pude evitar robar un poco de aquella época. Cuando hablo de revolución no es precisamente de una revolución externa, más bien de la interior de cada persona. Es precisamente lo que la Ciudad de las Artes y las Ciencias significa para mí: la revolución, a la inversa. No siempre hago DIY pero en el contexto de “Revolution” el rodaje cobraba sentido.
Seguro que existe alguna anécdota tras la filmación de “Revolution”. Y también nos apostamos el dedo de una mano a qué detrás de la canción se esconde algún hecho interesante. Adelante, no te cortes y cuéntanos cosas
Ya sabéis, soy danés, y los daneses son unos locos de bicicletas (risas). Como dije, donde estudiaba Producción Musical en Berklee College Of Music estaba localizado en la misma Ciudad De las Artes y las Ciencias, para ser exactos en el subsuelo. La verdad es que la escuela estaba muy bien equipada ¡pero tenía la sensación de que era claustrofóbica! ¡Tenía la necesidad siempre de salir! Por lo tanto, construí una bicicleta de carga para poder sacar mi música a la calle así disfrutar que tanto grabar como realizar actuaciones en directo podían fluir e ir de la mano por ahí fuera.
Por cierto: “We Can Be No One but Us”, “Time to Make a Better Day” y ahora “Revolution”. Estos son tus últimos sencillos en menos de medio año… ¿hay álbum a la vista o eres de los que prefieren ir soltando migas en plataformas digitales sin importarles el ya ‘clásico formato álbum?
Ambas cosas: por el momento siento que tiene sentido compartir mi música poco a poco, por goteo, pero sí, hay un álbum a la vista y espero que ya esté listo en unos cuantos meses.
Una de las experiencias más llamativas que hemos descubierto sobre ti es que tocaste nada menos que ¡con Su Majestad Púrpura… Prince! Necesitamos saber más ¡dale, que estamos deseando leerte!
Tras unos conciertos que Prince realizó en Copenhague, se celebró una actuación extra en un sitio bastante famoso de allí llamado Amager Bio. Allí que fui con mis amigos, aunque por supuesto no podimos entrar del ala, esto es sin pagar. Yo lo que hice fue volver a mi casa para pillar la guitarra. Luego me presenté con ella para tocar justo en frente de aquel sitio. Fue pura casualidad que la banda de Janelle Monnae parase y me invitase a entrar con ellos ¡Ellos me ’pagaron’ la entrada! Cuando entraron al escenario para tocar, fui detrás de ellos, les seguí. Tocamos “Play That Funky Music White Boy” y cuando me quise dar cuenta, ¡resulta que tenía a Prince justo detrás tocando junto a mi!
Además de componer una música brutal y realizar unos conciertos acojonantes, Prince también ha sido un mentor para muchos otros artistas a los que admiro. Esperanza Spalding, por ejemplo. Me incitó sus modos, de otro modo, me impulsó a explorar otros territorios musicales conlos que nunca me atreví con anterioridad, y él fue uno de los pocos que dijo ‘no’ a tener su música en las plataformas online.
¿Con qué otros artistas o bandas has vivido momentos inolvidables, actuado, colaborado o tocado junto a ellos? Por cierto, si te diesen la oportunidad de resucitar a un artista de música ¿resucitarías a Prince? ¿Por qué? ¿Quién sino?
He tocado con varios artistas como músico de apoyo aquí en Copenhague, y por supuesto ha habido momentos inolvidables a lo largo de mi carrera. Por ejemplo, mi viaje hasta Nueva Orleans fue increíble, ¡aprendí donde surgió mi música preferida! Inolvidable fue participar en la Second Line: un desfile que tiene lugar cada domingo donde los músicos se juntan para tocar y a mismo tiempo que la gente baila. Aquello me marcó, fue toda una revolución para mí, de aquella experiencia también trata la canción “Revolution”. En Nueva Orleans también encontré el guitarrista Derwins Perkins (aka Big D) con quién comencé a colaborar. Precisamente trabajamos juntos en esta canción, “Revolution”. Él ha sido toda una bendición y ha elevado sin duda mi aptitud a la guitarra.
Otras vivencias inolvidables ocurrieron en la gira con la cantante Feridah Rose. Aquello pasó en Kenia y Uganda. Actuar en festivales de países tan diferentes fue algo muy especial. Recuerdo que la participación y apoyo del público fue excelente. Fue sin duda alguna una experiencia muy distinta tocar allí, nada comparable con lo que ya había vivido tantas veces en Europa, especialmente si las comparo con las de aquí, en el norte.
Y aunque no te hayas cruzado con ellos en persona ¿qué artistas (solistas, bandas, etc.) de la historia de la música son o han sido referencia para Elias Bendix? ¿Qué nos dices de géneros como el funk, el synthpop o la electrónica de baile?
The Beatles , Jimi Hendrix, Talking Heads, Earth Wind & Fire y Jamiroquai, todos estos siempre tendrán un lugar destacado, todos ellos significan mucho para mí. Recientemente descubrí Paco Versailles, un dúo que mezcla flamenco y sonido disco. Me encantan también Vulfpeck, Todd Terje, Empire of the Sun, Bag Raiders o Damon Albarn.
Todos estamos deseando que la dichosa pandemia acabe por ser controlada y regresemos a una nueva normalidad de eventos, conciertos, sesiones, etc. ¿cómo suele comportarse Elias Bendix sobre el escenario? ¿te acompañas con músicos o vas solo? ¿ya tienes en mente cómo presentarás el nuevo disco en directo?
Hago “lives” en Youtube y Facebook; también soy de los que siempre responden cualquier mensaje que me llega vía Instagram (www.instagram.com/eliasbendix). Espero que durante el verano en Dinamarca por lo menos pueda salir a tocar conciertos y en festivales de nuevo. Cuando me invitéis a España, ¡también que me iré para allá encantado!
¿Nos cuentas ahora sobre aquel primer concierto que hiciste en la isla de la Cerdeña (Italia), esto, en un acantilado y como parte de la peregrinación psicodélica Duna Jam?
Mis padres se mudaron a la isla de Cerdeña al mismo tiempo que arrancaba el Festival Dunajam, así que participé en el festival siendo muy jovenzuelo. En cierto modo, Dunajam ha sido parte de mi viaje creativo como guitarrista ya que se trata de un lugar realmente mágico. Y luego, el público que sigue el rock psicodélico es siempre muy fiel y agradecido, les gusta viajar a cualquier rincón del mundo para empaparse de experiencias musicales únicas. Actué allí con mi banda Cosmic Clown que era bastante más “rock” de lo que hago ahora. Tocar algo más pop, ligero y festivo en un lugar así, es algo que tampoco me importaría hacer ahora mismo.
Si miraras ahora mismo al pasado, digamos a meses antes de que eclosionase a nivel global todo esto del Covid-19 ¿qué potente recuerdo te vendría a la cabeza ahora mismo?
Había planeado ir al SXSW (South by Southwest) en Austin, Texas por primera vez. Y luego continuar por L.A. para hacer algunas colaboraciones. Pero como ya sabréis cancelaron el festival y luego las fronteras se cerraron por completo. Ha sido un año de inactividad en ese sentido. Pero por eso mismo, a la inversa, he pasado por otro lado todo el año mirando hacia mi interior, y lo más grande que ha sucedido en este tiempo es que he tenido un hijo maravilloso. Parece extraño, pero me alegro de que el mundo se detuviera para poder concentrarme en lo que probablemente sea lo más importante que ha sucedido jamás en mi vida.
Dicen que te traes una hermosa pero complicada misión entre manos “unir a las personas a través de tu sonido” ¿cómo te das cuentas si lo estás consiguiendo o no?
Buena pregunta. Se genera una energía muy especial durante un concierto. También cuando escuchas música que une a completos extraños ¿Cuántas veces no has hablado con un desconocido en un concierto con el que de otra manera nunca hubieses tenido nada en común? Como músico, veo como nuestro rol el crear un espacio paralelo, íntimo para quienes escuchan la música y que gracias a ella muchos tengan la necesidad de interactuar entre ellos. Mi intención es que la composición y las letras conmuevan cuando las escuches, pero también es vital cómo nosotros, siendo músicos, estemos de cuerpo presente sobre un escenario. Y a veces tengo la sensación de que un concierto logra sorprendentemente crear esa atmósfera de unión.
Siempre estoy abierto a oír cómo las personas experimentan mi música, me encanta saber qué les hace sentir. Entonces, ¿no creéis que deberíamos dejar mejor en manos de los oyentes y lectores el juicio de si mi misión tiene éxito o no?
¿Algo más que quieras añadir?
Espero conoceros un día de estos en persona… ok, ¡o por Instagram!