01100011 01101111 01110010 01100001 01101110 01101111 01110110 01101111 01100001
Cora Novoa | Historia de la portada de #MixmagSpain01
Imaginemos un mundo en el que, mediante algún plug-in cerebral, hubiéramos ganado la capacidad de leer código binario de la misma forma que leemos texto. Si fuera así, sabría el lector que los números que encabezan esta nota, no significan otra cosa que “CORA NOVOA”.
E imaginemos ahora también un mundo en el que, mediante otro plug-in (o un
upgrade del anterior) pudiéramos leer el sonido, transformarlo a pedazos aislables de
información objetiva, y de esta forma, ser capaces de componer música atomizada,
rítmica, concisa en sus frases.
Es probable que la artista oresana ya haya alcanzado tal inteligencia sin necesidad de
sendos aparatos. Formada en informática, Cora fue explorando la posibilidad creativa,
casi lírica, de la máquina, hasta descubrir en la intersección del arte y la computación la
pasión que la ha llevado a ser hoy día una de las puntas de lanza de la escena
electrónica del país.
Cora cree que pronto los ordenadores competirán con los cerebros humanos en lo que, hasta ahora, ha sido seguramente el aspecto diferencial entre lo humano y lo robótico: el instinto artístico. Si no se está dando ya, pronto ocurrirá que las máquinas dejen de ser un mero instrumento, para pasar a ser ya autor, un ente con capacidad de emitir decisiones formales y estéticas. De hecho cree que esa fase ya se está dando, “la inteligencia artificial y el machine learning ya están más entre nosotros de lo que la gente cree”, asegura.
Este tipo de consideraciones, junto con aquellas posibilidades más oscuras que el
incremento del poder de la tecnología alberga (surveillance capitalism, reconocimiento
facial, sistemas adictivos de gratificación inmediata) son los que Cora Novoa explora en
sus investigaciones más recientes—en el tintero está un proyecto para la próxima
edición otoñal de Sónar que bailará alrededor de estas ideas. También sus próximas
entregas, avisa, vendrán gravemente influidas por una especie de angustia cibernética,
en la que sin embargo no deja nunca de entreverse la posibilidad de una apertura. “La
fe, el sentido común y la generosidad” son, según Cora, aquello que salvará lo humano
—nada que ver con las máquinas, mucho que ver con el arte y el estar juntos, como se
está juntos en una pista de baile.
Pero nosotros diríamos que su último release, “The Hive” (Citizen Records, 2020), ya venía cargado de esta energía. Abran su plataforma de stream preferida y lean el resto de esta pieza con este soundtrack de fondo. Imaginen una colmena de abejas grandes y furiosas, en el centro de una sala desierta de Berghain, aportando néctar al cerebro colectivo que las manda. ¿A caso no somos las abejas todos nosotros, cabeceando obedientes y constantes, cediendo todo nuestro apetito erótico y artístico al cerebro central de la red social?
Pero para la ocasión de esta portada, hemos querido invertir la maestría que Cora suele tener sobre las máquinas, que usa para modular sonidos a su antojo, y hacer que sean ellas las que manipulen la parte más esencial de su aspecto: su proprio rostro.
El sistema creado por @does.work, proyecto dirigido por Saúl Baeza, juega a uOlizar una base de datos oficialmente diseñada para tecnología de reconocimiento facial, moldeando sus parámetros y viendo qué Opo de aberraciones (o aciertos) puede imponer la máquina a nuestros rostros. Valiéndose de machine learning e IA, la base de datos en constante expansión puede determinar cosas como el género, la edad, e incluso la emoción dominante en una expresión facial. Pero también es capaz de hacerlo de forma inversa: dada una serie de parámetros, puede crear o retocar un rostro, usando su vasUsima pool de caras que imitar. Explorando estas posibilidades, el sistema ha sido programado para potenciar al máximo la emoción que la IA de reconocimiento facial lea en un determinado rostro. De Cora, ha decidido que es el enfado. En la imagen digitalmente alterada, la máquina, de forma autónoma, ha llevado la expresión de Cora a la más extrema deformación a la que cree que podría llegar su cara en caso de tener un enfado 100%. Si nos han hecho caso y siguen escuchando The Hive, ¿qué porcentaje de emoción sienten que va subiendo?
En otra de las imágenes, el creador 3D Danny Ortega o @limitedrenders, ha querido colocarle a Cora una corona cyborgiana, una especie de anillo húmedo de información, que atrae a la vez que contiene la data del centro gravitacional de su cabeza. Para la fotografía de portada, sin embargo, participó una fuerza mucho más primaria, potente y analógica: la luz. En una intervención no planeada, un rayo de luz se coló en la cámara de @samoalive para velar con gracia su retrato de Cora, recordando así que la aleatoriedad de la naturaleza todavía tiene mucho que decir antes de que la dominación tecnológica sea absoluta. Lo que está claro es que Cora está destinada a mezclarse con todo ello, y va a seguir jugando con lo mejor de cada mundo para brindarnos nuevas y excitantes visiones.
Luca Dobry, abril 2021
Créditos:
Dirección creativa: Javier Peralvo & Pawla Casanovas aka Belledenuit Studio
Fotografía: Javier Peralvo
Film Direction: Pawla Casanovas
Asistente de iluminación: Vlady Poshyvanyuk
Code Pride, Modificación Facial: DOES Work
3D: Danny Ortega
Peluquería y maquillaje: Belén Navarro
Estilista: David Vázquez
Asistente artística: Ariadna Martínez
Behind The Scenes: David Arz
Agradecimientos especiales a: A Better Mistake y MISBHV
Con el sponor de Ableton.